Días después del voraz incendio que consumió al menos 600 hectáreas en el Parque Nacional Tunari (PNT), el aire es irrespirable, según testimoniaron comunarios a medios locales.
Aparte de la cantidad de naturales (fauna y flora) destruida, cuyas cifras oficiales recién las harán conocer las autoridades, la laringitis y conjuntivitis es el mal que padecen casi todos los pobladores por la inhalación de dióxido de carbono, humo y el contacto con las cenizas.
Ambulancias con médicos y enfermeras de la Red médica Tiquipaya y del Programa “Mi Salud” llegaron a zona para atender a los afectados “casa por casa”.
Profesionales explicaron que el dióxido de carbono tardará por lo menos dos semanas en desaparecer, por lo que es importante que la población use barbijos.
Entre los medicamentos que más se requieren están: “Ambroxol” y “Hedera Helix” en jarabes para ayudar a la expectoración de los niños. Además de N-acetilcisteína y antialérgicos para combatir la reacción del dióxido de carbono.
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