Un aumento de hasta dos grados centígrados de la temperatura promedio anual y gran déficit de agua son algunas consecuencias del cambio climático para Bolivia en menos de 15 años, según un estudio divulgado.
Según el texto Atlas Socioambiental de las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia, de la Fundación Amigos de la Naturaleza, al menos 20 regiones de los departamentos de La Paz, Beni, Pando y Santa Cruz experimentarán en unos 14 años un alza de hasta dos grados de las temperaturas promedio. Pero, la peor consecuencia será el déficit de agua, alerta.
La investigación se focalizó en dos épocas: la seca (junio, julio y agosto), y la húmeda (diciembre, enero y febrero).
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, es "muy probable" que el planeta experimente un calentamiento global entre 2,6 y 4,8 grados Celsius para el 2100, en dependencia de la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.
Es así que, en lo que resta del mes, las temperaturas continuarán descendiendo.
Asimismo, con la proximidad del invierno se espera hasta 5 grados bajo cero en la zona del valle central, puntualmente en la primera quincena de julio. Mientras que junio registrará temperaturas similares a las de finales del mes de mayo.
El director del Senamhi, Víctor Carrillo, refirió que en general la estación del invierno será neutra, es decir, que no se tendrá la presencia de ninguna anomalía. Sólo se prevé el descenso de menos cinco grados en julio, razón por la cual se aconseja a la población que tome sus previsiones correspondientes.
Al finalizar la estación del invierno, existe un 50 por ciento de probabilidad de que se tenga la presencia del “fenómeno de La Niña”. Éste implica el acompañamiento del descenso de las temperaturas máximas, provocando fuertes sequías por la ausencia de tormentas. Se lo denomina también “El Viejo” o “El anti-niño”.
Cabe recalcar que en esta época de otoño, entre abril y junio se registrarán heladas en el área de los valles y según los agricultores se perdió el 95 por ciento de la producción de papa y arveja, principalmente.
Asimismo, solicitaron declarar zona de desastre para que las autoridades coadyuven a superar este problema desembolsando recursos para estas comunidades. Actualmente están realizando estas acciones para lograr que se les transfiera los montos económicos valuados en las pérdidas.
El cambio climático provoca un aumento de las olas de frío extremo en diferentes países del mundo. Ésta es la advertencia de un estudio científico realizado por la Universidad Northeaster (EEUU). Además, el informe alerta que los fenómenos meteorológicos “extremos” no sólo serán más numerosos en el futuro, sino también más intensos.
AÑO DIFÍCIL PARA LOS ALÉRGICOS
La Niña llegará con frío brusco
Tras un 2015 con altísimas temperaturas, tormentas extremas, inundaciones por todo el planeta, tornados, huracanes, sequías y más, el clima para el 2016 se anuncia como más extremo e impredecible aún.
El pasado año fue más caliente del que se tiene registro. La temperatura aumentó a tal grado que partes del Polo Norte se descongelaron, la sequía que se abatió sobre California llegó a extremos de zonas desérticas y lugares que normalmente veían heladas en los meses de invierno vivieron temperaturas inusualmente cálidas. Hizo tanto calor en diciembre que las ardillas en el Reino Unido engordaron de forma anormal.
Las predicciones meteorológicas para 2016 presentan un panorama aún más desalentador. El fenómeno de El Niño (aumento de la temperatura del agua superficial en el océano Pacífico Sur), agravado por los efectos del cambio climático, intensificarán el caos meteorológico durante la primera mitad del año.
Sin embargo, lo peor probablemente ocurrirá si antes de que termine el año llega La Niña (enfriamiento brusco y a mayor escala de la temperatura del océano Pacífico Sur). Si la temperatura oceánica enfrenta otro fenómeno, los expertos predicen el doble de huracanes para este año que, además, serían mucho más intensos y devastadores. De hecho, el primer huracán del año, Alex, ya se formó en el Atlántico, y es la primera vez desde 1955 que se reporta una tormenta de este tipo en enero.
Estos cambios también podrían aumentar el número y la intensidad de los tornados, aunque no todos los efectos del cambio climático son tan visibles a simple vista.
“Si llega La Niña será terrible para las cosechas”, dice Stefan Vogel, analista para Rabobank International.
Para este 2016, se espera que la primavera empiece hasta dos semanas antes que la fecha marcada durante los últimos 20 años, provocando más y peores alergias y ataques de asma entre la población. Esto, combinado al incremento de la contaminación, resultará en un año difícil para las personas con estos y otros padecimientos respiratorios.
Sin lugar a dudas es momento de estar alertas y preparados para los cambios bruscos en el clima y los fenómenos meteorológicos que generaría, especialmente si vives en zonas de riesgo
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