Imágenes en tres dimensiones que semejan precipicios o árboles con raíces que sobresalen del asfalto fueron pintadas en diferentes entornos urbanos como parte de la campaña de un San Juan sin contaminación que impulsa la Alcaldía paceña. Los artistas son jóvenes estudiantes de la Escuela de Bellas Artes y de la Carrera de Artes de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).
A pinceladas, cuatro universitarios de la UPEA crean un enorme cráter en el pavimento de la avenida Moxos, cerca de la estación Cotahuma de la línea Amarilla del teleférico. Como suspendidos en el aire, caminan sobre un abismo pintado a lo largo de 20 metros que parece hundirse ante los ojos de los espectadores.
"En internet vemos estas imágenes de otros países, pero en Bolivia son muy escasas. Gracias a la iniciativa de la Alcaldía estamos realizando para San Juan tres pinturas 3D que son muestra de que el arte es accesible”, sostiene Rigoberto Maydana, estudiante de la UPEA, mientras revisa y compara el boceto original con la réplica alargada que toma forma en el suelo.
Justamente ese toque alargado es el que lleva al cerebro de los espectadores a percibir tridimensionalidad en las imágenes y caer en el trampantojo (ilusión óptica). El de Cotahuma es un barranco en medio de la avenida, en cuyo borde una joven observa las aguas subterráneas.
Las otras dos imágenes están en la plaza Balaguer de San Miguel, donde un árbol surge de la tierra, y en la plaza del Bicentenario, frente a la UMSA.
En este último punto, la secretaria municipal de Gestión Ambiental, Mariana Daza, explica que las actividades artísticas tienen un mensaje ecológico. "Estas imágenes no son permanentes, van a estar durante unas dos semanas, hasta que la pintura se borre, para que la población pueda tomarse fotografías con ellas”, asegura.
Después de terminar el trampantojo de Cotahuma, Rigoberto y sus compañeros empiezan a pintar una escalera que atraviesa un cielo azul y se descubre bajo un hueco en las losetas.
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