A pesar de que la cocina solar ofrece la manera más simple y segura para preparar alimentos sin consumir combustible, en la ciudad de La Paz estos artefactos son poco requeridos por las personas, por los constantes cambios climáticos, pese a que sus precios fluctúan entre los 55 y los 60 dólares.
La asesora ejecutiva de la Cooperación Internacional Alemana (GIZ), Mariana Butrón, señaló que en el país hay tres instituciones responsables de fabricar las cocinas solares que después son distribuidas en las comunidades interesadas y que tienen suficientes ingresos económicos para su adquisición. “La poca difusión de este tipo de cocinas en el país hace que la demanda sea baja, pero en regiones donde no hay leña tiene muy buena acogida y, poco a poco, se consolida”.
Destacó que, por la temperatura moderada, los alimentos preparados en estas cocinas no necesitan ser movidos ni se queman. “Los alimentos simplemente se ponen en la cocina y se dejan cocer, sin necesidad de atenderlos por muchas horas. Mientras tanto se puede realizar otras actividades”.
Las cocinas mejoradas. Butrón señaló que GIZ, junto con el proyecto Energía Desarrollo y Vida - Bolivia (EnDev), promueve también el uso de otros dos tipos de cocinas ecológicas, como la Malena y la Rocket.
Según explicó, la cocina Malena, a diferencia de las otras dos, es la que más demanda tiene en ocho de los nueve departamentos de Bolivia. “Esta elaborada con base en arena mejorada, una mezcla de arcilla, barro, bosta de animales y agua. Estos materiales se dejan fermentar por un tiempo. Tiene una chimenea para expulsar el humo y evitar la contaminación intradomiciliaria, además de dos hornillas. Su costo es de 20 dólares”.
Asimismo, señaló que para la instalación de estas cocinas se capacitó a los comunarios de las regiones interesadas. ”En todos los departamentos del país, con excepción de Pando, se instalaron 55.000 cocinas Malenas, y 2.500 en diferentes unidades educativas donde se distribuye el desayuno escolar como ración caliente”.
Dijo que al usar estas cocinas se logra reducir los porcentajes de deforestación de la madera y la contaminación. “Es una reducción del 50 por ciento del combustible. Si antes se utilizaba una carga de leña, con la cocina mejorada sólo se utiliza media carga”.
Las Rocket son fabricadas con metal y tienen un forro interior cerámico. “Son apreciadas por productores de tomate y papa. Su precio es de 60 dólares”.
La promoción de estos aparatos ecológicos se inició en 2007, con la campaña denominada “Cocinas para una vida mejor: hogares sin humo en Bolivia”, que tuvo el objetivo de sensibilizar a autoridades, líderes de opinión y personas, sobre el impacto nocivo de la polución doméstica causada por fogones tradicionales. En 2012, se hizo un balance sobre el uso de estas cocinas.
El objetivo de la cooperación giz es diseminar las cocinas mejoradas en hogares, instituciones sociales, unidades educativas y comunidades rurales para disminuir el uso de combustible y reducir la contaminación.
Las cocinas mejoradas
Según la cooperación GIZ, hay tres cocinas ecológicas. Se conocen como Malena, Rocket y Solar, que ofrecen diferentes beneficios.
LOS BENEFICIOS
Las cocinas mejoradas son eficientes, con combustión limpia y convenientes.
Reducen los niveles de contaminación intradomiciliaria.
Con la instalación, se logra fortalecer la comodidad de las personas que cocinan.
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