Alice Aureli, la responsable de aguas subterráneas del organismo de la ONU para la ciencia y la cultura, la abundancia del recurso y la escasa densidad de población del continente han sido armas vitales para preservar el nivel y la calidad de los acuíferos de la región, que sin embargo correrán riesgo si no se establecen pronto medidas para protegerlos y gestionarlos.
Aureli se expresó así en Montevideo, donde la Unesco, en colaboración con la FAO, el Banco Mundial, y otras organizaciones internacionales desarrollan la primera consulta regional del proyecto "Gobernanza de aguas subterráneas: un marco global para acciones locales".
Este plan está destinado a sensibilizar y concienciar sobre la necesidad de una adecuada gestión de los recursos hídricos subterráneos para prevenir y revertir la crisis global del agua.
"En América Latina el agua subterránea es uno de los recursos que da mayor riqueza al continente. El 70 por ciento del agua que se consume aquí es subterránea y la agricultura se nutre de ese recurso. Si se hiciera un cálculo monetario de lo que supone ese uso, sin duda sería superior a los beneficios que deja la minería. Pero para que eso continúe, se tiene que preservar", indicó la experta.
Según la funcionaria de Naciones Unidas, el crecimiento de la población y su concentración en grandes ciudades y la falta de una gestión política de los recursos hídricos son precisamente los mayores riesgos que padecen estas aguas en la región, en donde falta concienciar sobre la necesidad de preservar los acuíferos, lo que requiere una perspectiva "a largo plazo".
Precisamente, la reunión que se realizó esta semana en Montevideo es la primera de cinco convocatorias que la Unesco realizará a lo largo del año en Kenia, Jordania, China y los Países Bajos para discutir y consultar qué estrategias y recomendaciones se deben dar para defender las aguas subterráneas.
"Falta mucho trabajo en este sentido, porque pese a tratarse del 97 por ciento del agua dulce que existe en el planeta se sabe muy poco de ella, por eso estamos llamando a todos los actores para profundizar en su conocimiento", dijo Aureli.
La idea es elaborar herramientas efectivas de gobernanza del agua subterránea, como posibles legislaciones o reglas y prácticas consuetudinarias, que promuevan el valor de las aguas subterráneas como recurso natural de crítica importancia, y las oportunidades sociales, económicas y ecológicas que su gestión sostenible podría proveer.
Así, Aureli apuntó que lo que está claro es que "todas las actividades humanas" tienen impacto en estas aguas, que son mucho más vulnerables que las superficiales y que una vez contaminadas o dañadas, es "muy difícil" restituirlas a su estado original.
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