a purificación y el tratamiento de las aguas contaminadas que produce la industria Taquiña y los subproductos que se utilizan y reciclan traen beneficios a 3.500 familias.
Las aguas purificadas se logran con unas “bacterias metanogénicas”, semejantes a unos bichos.
El líquido elemento es reutilizada para el riego y al mismo tiempo beneficia directamente a las familias de al menos cinco Organizaciones Territoriales de Base (OTBs) del lugar donde se encuentra la industria. Pero las familias no solo se benefician de las aguas purificadas para el consumo humano sino también del tratamiento de tres lagunas. Por último, los subproductos que desprende la elaboración de la cerveza son comercializados a bajos precios a los lecheros de La Maica principalmente.
AGUA La industria Taquiña se abastece de las aguas de las lagunas de la zona, Taquiña, Viscacha y Santa Rosa. Las dos últimas lagunas “alimentan” la laguna Taquiña. Al lado noroeste de la industria está la Planta de Tratamiento de Agua (PTA).
Del agua que desembocan en las lagunas, el 15 por ciento es utilizado para la elaboración de la cerveza y los usos propios de la industria. El 85 por ciento va destinado al consumo humano y el riego de las comunidades y OTBs.
Las aguas se tratan con yodo y de esta manera sea apto para el consumo humano y riego.
Entre tanto la elaboración de un litro de cerveza Taquiña necesita 4,12 litros de agua. El año 2006 se utilizaba 9,46 litros, pero desde el 2008 la industria ha logrado optimizar este recurso vital. La proyección es reducir hasta 3,8 litros de agua para cada litro de cerveza que produce.
La planta, actualmente, tiene un ingreso de 7 a 8 litros por segundo, según información del supervisor de Ingeniería de Planta, Johnny Andrés Checa Apaza. Una de las políticas de Taquiña es no desperdiciar ni un solo litro de agua que ingresa y se utiliza para la elaboración de la cerveza. De esta forma, el líquido que se utiliza para lavar las botellas de vidrio se reutiliza para limpiar los pisos o baños.
RECICLADO Igualmente, dentro el proceso de moler los granos -además de obtener la materia prima para la cerveza y la malta- se extrae la borra o bagazo y la levadura que son destinadas para los productores lecheros, agricultores y porcinocultores. Los otros subproductos que se reciclan son los vidrios de las botellas que se venden en Vidriolux para la elaboración de otras botellas; también están los restos de aluminio como las latas, cartones y papel, y por último, los bidones o botellas plásticas. Es así que los subproductos en el proceso para elaborar la cerveza benefician a terceros.
“Hablando de todo lo que son los residuos sólidos, los subproductos, la planta Taquiña en el año 2011 alcanzó un índice de reciclabilidad del 96 por ciento. Vale decir que de cada 100 kilos de subproducto que sale, el 96 por ciento es reciclado o reutilizado”, afirmó el gerente de Establecimiento de la Planta Taquiña, David Manchego.
DESARROLLO Desde la fundación de la industria Taquiña (1895) ayudó al desarrollo de la zona con el empedrado y pavimentación de la avenida Centenario que conecta la avenida Simón López con la cervecería. También contribuye con la educación, la construcción de canales de riego y ayuda al Sindicato Agrario Taquiña con la provisión de cemento, tuberías de plástico y metálicos para la red de distribución de agua domiciliaria.
“Todo esto lo hacemos en calidad de donaciones”, resaltó Manchego.
La planta Taquiña también busca la optimización de los recursos, cumple con las normas de seguridad y de medio ambiente en cada uno de los sectores desde la planta de tratamiento de las aguas, la fermentación y el envasado.
Moderna planta de tratamiento
La industria Taquiña cuenta con una moderna Planta de Tratamiento de Efluentes (PTE) con una inversión superior a los 3 millones de dólares. Lo novedoso y particular de la planta es que el trabajo de purificación es realizado por unas bacterias importadas desde Brasil y otras bacterias cultivadas en Bolivia.
Esta experiencia, primera en el país, podría ser aplicada en otras plantas para purificar el agua. Es el caso de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Albarrancho de Cercado donde se podría mejorar la calidad del agua de alcantarillado y desperdicios para que vayan destinadas a los regantes de la zona y La Maica.
En la planta trabajan dos tipos de bacterias: las de Brasil son anaeróbicas, es decir sólidas y se pueden cosechar y vender, en cambio las bolivianas son aeróbicas, es decir que se producen en el aire. Solo en la instalación de los equipos para este sistema, Taquiña invirtió 1,2 millones de dólares y para las bacterias cerca de medio millón de dólares. El trabajo que realizan las bacterias anaeróbicas y aeróbicas es considerado como tratamiento primario y secundario, respectivamente. En tres horas se logra purificar las aguas de los residuos industriales, según la explicación de la responsable de Soporte de Calidad de la Planta, Rocío Inca.
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