La nueva Ley Municipal para la Conservación, Recuperación y Protección del Árbol, aprobada el 18 de diciembre del año pasado, podría ser aplicada para castigar la tala de árboles en el predio privado de dos hectáreas situado en la avenida Roca y Coronado y cuarto anillo, donde el domingo se vio cómo eran sacados en camioneta los troncos de mango y de otras especies forestales.
El terreno cuestionado fue parte del antiguo Jardín Botánico, que desapareció con la riada de 1983 y durante muchos años estuvo sin ser tocado hasta que en marzo de 2013 los vecinos alarmados denunciaron la tala indiscriminada que hicieron los dueños que, al parecer, no habían presentado ningún permiso de edificación a la oficina correspondiente en la comuna.
De acuerdo con el informe municipal, un lote con tanta cobertura boscosa solo puede construir en el 20%, peor en ese sector, que queda a 600 metros del cordón ecológico del río Piraí.
En su momento, la deforestación se paralizó por la participación de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y de la Defensoría del Pueblo. Pero ahora, nadie hizo oír su voz en defensa de estos árboles, que cada vez son menos.
Ley sin difusión
La última norma aprobada por el Concejo fue la referida a la protección del árbol, la cual no ha sido publicada, la misma que tiene interesantes medidas precautorias y habla de sanciones económicas por cada planta talada, abarcando jurisdicción no solo a los espacios públicos, sino también en terrenos privados.
De igual manera, en el Parlamento está en carpeta, a la espera de ser tratada, la Ley del Árbol Público Urbano (Ley APU), presentada por el senador Juan José Ric, que busca cuidar la flora de las ciudades, la misma que obligará a empresas, instituciones y personas a protegerla.
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