miércoles, 20 de enero de 2016

Cochabamba Ambientalistas y autoridades desconocen plan de tala de molles

Tres organizaciones alertan y piden información respecto al tren urbano de Cochabamba. Advierten que una ley nacional protege la especie nativa. Se habla de sanciones.

Tres entidades ambientales de Cochabamba desconocen las características que tendrá el Tren Eléctrico Metropolitano y al anoticiarse que serán derribados al menos 1.000 árboles, entre ellos los molles, recuerdan que existe una ley nacional que protege la especie nativa. Piden explicación.

El Foro Cochabambino del Medio Ambiente (Focomade), Control Social Ambiental de Cochabamba (CSAM) y la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de Cochabamba (SAPCO) indicaron que no tienen información respecto al medio de transporte que implementará la firma española JOCA.

Dos de las instituciones solicitaron un informe a las instancias correspondientes, pero hasta ahora no recibieron respuesta alguna.

“Lo poco que conocemos del tren es a través de los medios”, dijo por parte el pass presidente del Colegio de Arquitectos de Cochabamba Jhon Mendoza.

La responsable de la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, dijo que no puede hacer un análisis de la situación ambiental sobre el tren, porque todavía no recibió un plan de mitigación por parte de JOCA.

El representante de JOCA Domingo García explicó que el proyecto contempla el derribo de más de 1.000 árboles en la construcción del tren metropolitano.

DAÑO AMBIENTAL No obstante, respecto a la afectación de más de un millar de árboles -entre ellos molles- con la construcción de las tres líneas, el presidente de Control Social Ambiental de Cochabamba, Jaime Ponce citó una ley.

En el país rige la Ley Nacional del Molle 1278, que protege a esa especie de la tala, por ser nativa. La ley sí avala la tala del molle, pero bajo ciertos requisitos. Por ejemplo si se demuestra que la especie interfiere en el desarrollo de proyectos de gran envergadura, como es la construcción del tren, pero aún no existe ningún estudio ni petición.

La tala implica sanciones económicas y ambientales. Sobre lo primero, la multa establecida es 1.200 bolivianos por cada molle talado. Además, hay un pago de otros 200 bolivianos.

REPOSICIÓN Respecto a la reposición ambiental, ésta debe ser en función a los años de antigüedad del molle. Si se tala un ejemplar que tiene entre uno a cinco años de edad, se lo debe reponer con cinco molles.

Si el derribo es de un árbol de entre seis y 10 años de edad, se lo compensa con 10 ejemplares; si se tala uno de entre 11 a 20 años, con 20 molles; finalmente uno de más de 21 años, debe ser compensado con la plantación de otros 40.

LLAVE EN MANO En vista de que el tren solo cuenta con un estudio ambiental, que está contemplado dentro del proyecto de factibilidad, pero aún no tienen licencia, Ponce dijo que este proceso es característico de los proyectos “llave en mano”.

“(...) En esos proyectos, los aspectos ambientales son la última prioridad”, agregó molesto.

Por su lado, la presidenta de Sociedad de Arquitectos Paisajistas de Cochabamba, Paula Joffré, dijo que se espera tener acceso al proyecto integral en los próximos días. Además, respaldó la existencia de una ley que protege al molle. Aclaró que la norma solo ampara a ese ejemplar y no así a eucaliptos u otro tipo de árboles.

20 árboles por cada habitante

Con la tala de más de un millar de árboles para implementar el Tren Eléctrico Metropolitano, el déficit de cobertura vegetal de Cochabamba incrementará, según el representante del Foro Cochabambino de Medio Ambiente (Focomade), Jhon Zambrana.

Si se quiere respirar un aire de calidad, lo ideal es que existan por lo menos 20 árboles por cada habitante, dijo Zambrana.

Sin embargo, el departamento está lejos de llegar a ese objetivo con la tala prevista por la empresa que se adjudicó la construcción del medio de transporte JOCA.

Focomade, al igual que el resto de las instancias medioambientales, dijo que no tiene información.

Al respecto, el gerente de JOCA para el tren, Domingo García, dijo que se hará llegar una copia del proyecto a las entidades, una vez que se apruebe el estudio de factibilidad.

Datos



Tres líneas

El proyecto tendrá tres líneas de transporte urbano: la roja, la amarilla y la verde. Todas partirán de la Estación Central de San Antonio, en la zona sur.

Recorrerá 42 kilómetros. La línea roja termina en la Facultad de Agronomía, en la avenida Petrolera. La amarilla, en El Castillo, camino a Sacaba. La verde hasta Suticollo.

Adjudicación

El 12 de septiembre de 2015, representantes del Gobierno firmaron la adjudicación de obras con la empresa española JOCA y su socia ICADI.

A partir de ese instante, fueron muchas las observaciones que recayeron sobre el proyecto. El financiamiento, la adjudicación de la construcción, el trazo del tren y otro.

Estudio básico

El representante de proyectos del Ministerio de Obras Públicas, Ariel Torrico informó, anteriormente, que existe un estudio básico de impacto ambiental del proyecto.

Se ha hecho un relevamiento de toda la zona para ver cuáles son las afectaciones de cuántos árboles se tendrá que levantar. Las aducciones que se debe hacer serán parte del estudio que tendría que estar listo y se ha solicitado que se empiece a gestionar la ficha ambiental. La licencia tiene que estar antes del inicio de obras, recalcó.

Inicio de obras

La construcción del tren metropolitano debía empezar a fines de enero, sin embargo, desde el Ministerio de Obras Públicas hicieron saber que se proyecta iniciar a finales de febrero.

Costo

El Gobierno dispuso de 504 millones de dólares. El contrato es llave en mano y se prevé que estará concluido en tres años, hasta el año 2019.

Obras

El proyecto contempla la construccion de ocho puentes en todas las líneas. Es en la línea amarilla que habrá más construcciones. Se debe hacer pasos a desnivel en el puente Huayna Kapac, Quillacollo, Cobija, Cala Cala, Antezana, Recoleta, Muyurina y otro en el Servicio de Caminos, en el kilómetro 1 hacia Sacaba.

La línea amarilla es la más compleja porque no existe una línea férrea. Hay que construir terraplenes, taludes, obras civiles para que puedan albergar al tren metropolitano.

El Ministerio de Obras Públicas hizo un relevamiento topográfico e hidráulico del río Rocha porque la línea amarilla seguirá la ribera y en varios lugares.

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