Las investigaciones científicas realizadas en la presente gestión, principalmente de la región amazónica, muestran la fragilidad de la biodiversidad, producto de la deforestación, que ponen en evidencia vulnerabilidades y riesgos. En La Paz esta práctica se siente con mayor fuerza en el norte paceño y en los Yungas, debido a la expansión continua de aéreas de explotación maderera, agrícola y ganadera.
De acuerdo con el estudio “Deforestación en la amazonia (1970-2013)”, elaborado por investigadores de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) los desequilibrios generados por la explotación económica, se encuentran en importantes áreas, como en las cabeceras de macrocuencas, que representa un mayor riesgo para los bosques y para los cuerpos de agua, ya que producto de la actividad productiva estos pierden en la calidad y cantidad.
El departamento de La Paz aún no ha logrado resolver temas pendientes dentro del campo de la investigación, con miras a solucionar algunos problemas, como la deforestación de los bosques en el norte paceño y los Yungas, o el problema de las inundaciones en zonas más vulnerables.
El secretario de Madre Tierra de la Gobernación de La Paz, Gabriel Pari, expresó que los pequeños productores y empresas forestales, van dedicándose a la agricultura, la ganadería y a la explotación maderera, actividad por la que se pierden miles de árboles.
“La tasa de deforestación aumenta, se pierden alrededor de 250 a 300 mil hectáreas por año en el departamento de La Paz, se puede estimar fácilmente entre 4.000 a 4.500 hectáreas en los últimos cinco años”, dijo.
En su opinión estos resultados por demás preocupantes, ha motivado el inicio de investigaciones en el departamento, en materia de biodiversidad y medio ambiente. Los primeros resultados han dejado en claro que se deben asumir importantes y urgentes retos.
En La Paz, el tratamiento de la biodiversidad empezó su tratamiento hace algunos años atrás, sin embargo en poco tiempo logró importantes avances en cuanto a la inventariación de la fauna y la flora. El Departamento cuanta con una base de datos importante sobre los recursos disponibles en los distintos ecosistemas de la región y a nivel nacional se realizan importantes trabajos en este tema, a través del Herbario Nacional, la Colección Boliviana de Fauna y el Laboratorio de Limnología.
Sin embargo aún estamos en fase inicial de las investigaciones. De acuerdo al investigador del Instituto de Ecología de la Facultad de Biología de la UMSA, Mario Baudoin, las áreas de agricultura y recursos forestales, así como la dinámica de éstos, no se han abordado lo suficiente como para responder a necesidades apremiantes del departamento.
Para el experto, esta situación hace que los problemas salgan a la vista, como por ejemplo la degradación de los bosques en el norte y los Yungas de La Paz, donde se han convertido en pastizales sin capacidad de agricultura ni ganadería. “En actualidad estas áreas demandan una reforestación que no llegará de forma natural, debido a que en estas zonas no existe ni siquiera semillas que se puedan diseminar”, dijo.
Por su parte la Bióloga Daniela Moreno, expresó que cada árbol actúa como campo magnético para atraer los rayo, con lo que se presentan las lluvias, “si no hay árboles, lógicamente no podrán llegar las precipitaciones pluviales, cuyos efectos pueden provocar las sequias, es decir la inutilidad de la tierra, debido a que el suelo sin vegetación no cumple su función natural, por lo que comenzará a escasear la humedad, generando un clima y un suelo característico del desierto”.
La deforestación es la causal de innumerables presiones en los bosques y los recursos naturales en general, de acuerdo al Atlas Socioambiental de las Tierras Bajas y los Yungas de Bolivia, cuyos efectos son evidentes en la infraestructura vial; los centros poblados; los derechos forestales; las quemas e incendios forestales; la deforestación; el uso agropecuario; el cambio climático vinculado a la temperatura; y el cambio climático vinculado a la precipitación.
DATOS
- En La Paz la deforestación esta práctica se siente con mayor fuerza en el norte paceño y en los Yungas, debido a la expansión continua de aéreas de explotación maderera, agrícola y ganadera.
- Los desequilibrios generados por la explotación económica, se encuentran en importantes áreas, como en las cabeceras de macrocuencas, que representa un mayor riesgo para los bosques y para los cuerpos de agua.
- El departamento de La Paz aún no ha logrado resolver temas pendientes dentro del campo de la investigación.
- La taza de la deforestación aumenta y se pierden alrededor de 250 a 300 mil hectáreas por año en el departamento de La Paz.
- En los últimos cinco años se perdió entre 4.000 a 4.500 hectáreas.
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