Tras la Cumbre de París, se habla mucho de las responsabilidades medio-ambientales de cada país, pero a nivel individual también se puede marcar la diferencia; ser ecológicamente responsable es no solo un derecho, sino un deber de cada ciudadano del mundo.
En vistas a que estamos en la segunda semana del año, es bueno aunar y llevar a la práctica dos frases muy conocidas que deberíamos aplicar de manera cotidiana y funcional: “año nuevo, vida nueva” y “piensa globalmente, actúa localmente”.
Aquí van una serie de ideas de fácil implementación que pueden ser útiles para comenzar con buen pie un año “verde”; solo educando y educándonos seremos capaces de recuperar el terreno perdido por la contaminación y conservar lo que aún tenemos.
menos plásticos
No solo debemos depositar latas, envases y tetrabrik en los contenedores, que es de la única forma que pueden reciclarse, sino que si vamos al supermercado y llevamos nuestra bolsa y reutilizamos las que ya tenemos.
El agua embotellada en envases pequeños es un gasto superfluo, se puede recargar la botella con agua hervida de casa.
Electrónica eficiente A la hora de adquirir un nuevo electrodoméstico es necesario que tengamos en cuenta el consumo del mismo; nuestro bolsillo, el medio ambiente y las futuras generaciones, nos lo agradecerán.
Cuando compramos grandes electrodomésticos debemos hacerlo en función de nuestras necesidades reales: el tamaño sí importa y debe estar de acuerdo con el uso que se le dará.
Las funciones de “stand by” son también un peligroso enemigo para las facturas de la electricidad, ya que “comen” vatios sin provecho alguno.
La basura es cosa
de los humanos
En la naturaleza la basura no existe, todo se recicla
o se reutiliza, lo que unos desechan otros lo aprovechan. Aplicando esta regla tan básica es posible reducir los residuos en todos los niveles.
Cocina de forma funcional; si son dos en casa, no se necesitan alimentos para cuatro, porque la mitad acabará en el tacho de la basura.
Si quedan restos del mediodía, reinvéntate y úsalos para una nueva comida, eso lo han hecho nuestras abuelas toda la vida y sus croquetas siempre nos parecieron fabulosas.
Un huerto orgánico se puede cultivar en cajones de madera colocados uno encima del otro, solo requieren algo de cuidado, riego responsable y un
poco de sol. Así también cuidas tu alimentación.
Si tienes animales, usa los restos de comida para alimentarlos, con las cáscaras y restos de verdura, de carnes y un poco de arroz, puedes hacer comida muy nutritiva para tus mascotas.
procura hacer las compras caminando Si te es posible, consume productos locales, de forma que evites el gasto de transporte y la consiguiente cuota de contaminación que esto genera. Tendrás alimentos más sanos, frescos y baratos. Y debes recordar que los papeles, cartones, plásticos y envases de vidrio deben ser reciclados.
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