Ayer dos periodistas de dicho medio realizaron un sobrevuelo por lo que era el segundo lago más grande de Bolivia, donde verificaron que este espacio que antes tenía una extensión de 3.200 kilómetros cuadrados, ahora quedó reducido a una pequeña laguna con una superficie no mayor a los cinco kilómetros cuadrados, con un espejo de agua reducido y con parihuanas en busca de alimento.
El sobrevuelo que efectuaron los periodistas duró aproximadamente una hora con diez minutos, se observó gran parte de lo que es el lago Poopó, en comparación a diciembre del pasado año, cuando LA PATRIA realizó similar vuelo, existiendo una mayor cantidad de agua, producto de las lluvias que cayeron en días precedentes, no obstante la superficie y profundidad continua siendo reducida en comparación a lo que un día triplicaba el tamaño de la ciudad de Oruro.
Carlos Guerrero, periodista independiente que llegó para realizar algunas tomas áreas del lago, manifestó que en el sobrevuelo que duró algo más de una hora se observó que casi toda el área lacustre está seca.
"Vimos lanchas que están volteadas, hay bastante zona seca y en otros lugares hay tierra húmeda, más allá algo de agua con un nivel bajo donde están algunos flamencos (parihuanas)" sostuvo.
Mencionó que es la primera vez que visita el lago, sin embargo se informó por diferentes medios del área que tenía, pues viene a ser el segundo más grande de Bolivia, después del Titicaca.
Asimismo, otro de los periodistas aseveró que se visitaron las comunidades afectadas por la sequía del lago Poopó vía terrestre, donde el panorama es muy dramático, pues en las poblaciones aledañas al lago que antes se dedicaban a la pesca, existe poca gente, la mayoría tuvo que migrar para mantener a sus familias.
ANTECEDENTES
El pasado diciembre se evidenció que el lago Poopó se redujo a un charco de menos de un kilómetro de superficie, en ese entonces los comunarios aseguraron que a pesar de que el lago tiene ciclos de vida; es decir que el caudal tiende a subir y bajar, nunca antes vieron un panorama similar.
La isla de Panza, donde antes se ingresaba en bote, actualmente está rodeada de un desierto inmenso, donde solo queda arcilla y se caracteriza por huellas de las llantas de vehículos que accedieron al lugar.
A las orillas de lo que fue el lago, los botes de los pesqueros continúan volcados, esperando que en algún momento este espacio acuático vuelva a tener vida, pues autoridades departamentales aseguraron que el fenómeno de la sequía del sitio Ramsar se registra cada 15, 20 hasta 50 años, aunque en esta ocasión se presume que fue debido a la sedimentación, la contaminación minera e incluso a las consecuencias del fenómeno El Niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario