El 30 por ciento de los árboles de eucalipto del Parque Nacional Tunari (PNT) en el área de Cercado está enfermo por el insecto llamado taladro del eucalipto o científicamente “phoracantha semipunctata”.
La responsable de la Unidad de Recursos Naturales y Áreas Protegidas dependiente de la Secretaria Departamental de Protección de los Derechos de la Madre Tierra, Carmen Rodríguez, explica que el taladro o phoracantha es un insecto que está en Bolivia desde los años 70 y es una plaga que afecta a los árboles de eucalipto que en buena parte están en el Parque Tunari.
Rodríguez explica que desde esos años a la fecha el 15 por ciento del bosque de eucaliptos ha desaparecido a causa de la plaga. Y actualmente el 30 por ciento de los árboles están enfermos.
El año 2010 la sequía afectó al Parque Tunari y a sus bosques de eucaliptos. Esto habría favorecido a que se incremente el ataque del taladro. Pero, también influyen los incendios forestales.
“Se come todo lo que es la primera capa de lo que es el árbol causando la sequedad porque llega hasta la médula del árbol”, describe.
El ataque del taladro del eucalipto se reconoce cuando el follaje del árbol comienza a secarse y existe rebrote como una defensa de la planta ante el riesgo de morir.
Como otra manera de defensa, el organismo del árbol segrega un líquido como goma que logra apartar a la foracanta, pero no en todos los casos.
En principio, no existe nada notorio en la corteza y debajo hay larvas que luego hacen microgalerías debajo de la corteza
La plaga ataca a los eucaliptos de distintas zonas, no sólo en el Tunari, pero en el Parque Nacional se convierte en una más de las amenazas para su preservación.
Para evitar la afectación es necesario intervenir. Según los estudios realizados hasta el momento en cada árbol puede haber hasta 400 huevos.
CONTROL Existen dos tipos de controles según Rodríguez, el mecánico y el biológico.
El control mecánico que incluye la corta sanitaria y las trampas de luz. La corta sanitaria consiste en cortar los árboles y hacer una quema, a veces ya no existe solución y los árboles ya no retoñan porque ya han sido atacados hasta la médula y en este caso es necesario sustituir el árbol. Según la práctica aplicada en el Tunari, la corta sanitaria ha reducido la cantidad del taladro. Las trampas consisten en colocar un mechero encendido al que en la noche se acerca el taladro atraído por la luz y ahí son envenenados con químicos. Esta práctica también permite estudiar la población del insecto.
En el aspecto biológico es necesario el uso de insectos que se alimenten de esta larva para reducir el crecimiento de su población.
Actualmente, las autoridades ambientales intervienen en el sector de Cercado en el Parque Tunari por ser el área más vulnerable.
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