jueves, 26 de agosto de 2010

Lagos Poopó y Uru Uru con procesos de degradación

El incremento de temperatura y la ubicación en cuenca cerrada hacen que los lagos Uru Uru y Poopó sufran en la actualidad procesos de degradación, según informe de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema).

“Los lagos Uru Uru y Poopó sufren procesos de degradación, debido a que se encuentran en una cuenca cerrada, lo que hace que todos los efluentes (residuos líquidos mezclados con sólidos) se dirijan a los lagos y también debido al incremento de la temperatura, que en los últimos 10 años fue de 0,9 grados centígrados, mientras que a nivel mundial en los últimos 100 años se indica que fue 0,8 grados centígrados, y que aumentan la evaporación de estos espejos de agua”, aseguró Norma Mollo, coordinadora departamental de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) en Oruro.

También “los dos lagos sufren de incremento de sedimentación, salinización (ya en el sector sud del lago Poopó se observan costras de sal) y la pérdida de diversidad de especies de aves silvestres y de la población de peces” manifestó Mollo.

“La acumulación de metales pesados y sedimentos en el agua es alarmante y la causa principal se concentra en la regulación del agua que proviene del río Desaguadero por las compuertas en el lago Titicaca, la proliferación de los sistemas de riego, las descargas de las aguas servidas en el lago Uru Uru, la descarga de los efluentes de las minas que contienen metales pesados, sólidos disueltos y otros elementos” manifestó la Coordinadora Departamental de Lidema en Oruro.

MANEJO DE RESIDUOS

Los problemas socio-ambientales que enfrenta el departamento de Oruro se debe principalmente a la actividad minera, sumándose a ésto la contaminación por residuos sólidos, líquidos, agroquímicos, derrame de hidrocarburos a varios ríos, cuencas y micro cuencas del departamento, aseguró Mollo.

Según Mollo, los residuos sólidos se van incrementando a medida que la ciudad crece y no se tienen políticas de manejo de éstos, como el caso de la separación en fuente que permita su aprovechamiento y disminuya el volumen final de disposición final, que produce colmatación del botadero. Así mismo, explicó que esta disposición final es precaria, pues simplemente se cubre con tierra sin prevenir la infiltración de lixiviados ni controlar el biogas que se genera.

“Es tarea pendiente para las nuevas autoridades de la Gobernación y las alcaldías el manejo de residuos hospitalarios, químicos y otros que requieren celdas especiales”, concluyó Mollo.

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