La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Defensa de la Vida, realizada en el municipio cochabambino de Tiquipaya, da inicio con desafíos pendientes como la creación de un tribunal climático medioambiental y la reducción global de emisiones de gases de efecto invernadero.
En la oportunidad, el presidente, Evo Morales, planteó: "Desde acá debemos plantearnos cómo salvar la Madre Tierra para salvar la vida".
Concepto similar fue formulado por el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, quién sostuvo en su discurso que "lo que está en juego es sencillamente la vida, la vuestra, la de sus hijos, la de las especies, la del planeta", según la traducción oficial.
"He venido aquí, como lo hará el secretario general de Naciones Unidas (Ban Ki-moon) para escuchar su mensaje y cuando en algunas semanas voy a presidir la COP21 lo que he escuchado y visto aquí lo tendré en mente y trataré de hacerle eco", agregó Fabius.
Unas 3.200 personas se inscribieron para participar de la cumbre que durará hasta el lunes. Asimismo, estarán presentes alrededor de 150 expositores entre científicos, expertos y técnicos del mundo.
El evento, que se extenderá hasta el lunes, contará en la clausura con la presencia de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Nicolás Maduro.
Representantes de ONG y opositores, por el contrario, creen que Bolivia tiene un "doble discurso" al respecto, declarando por un lado el respeto a la Madre Tierra, pero afectándola de manera evidente por otro, como explorando petróleo en las áreas protegidas.
Las conclusiones de esta conferencia se presentarán a la COP21 de París.
Bolivia organizó la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que también se desarrolló en Tiquipaya. La cumbre, desarrollada en 2010, fue una respuesta a la Conferencia de Copenhague de 2009 que organizó las Naciones Unidas y que fue calificada de fracaso.
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