Mientras la alcaldesa Ana Lucía Reis, aislada de la población cobijeña, permanece como una especie de rehén de funcionarios jerárquicos y asesores de la Alcaldía que responden estrechamente a directrices impuestas desde La Paz por el Ministro de la Presidencia, varios servicios básicos que dependen de la administración edil están en vísperas de colapsar, a tal punto que los trabajadores de la Empresa Prestadora de Servicio de Agua (Epsa) se encuentran en emergencia y anuncian un paro de labores en las próximas 72 horas…
© Wilson García Mérida
Los trabajadores de la Empresa Prestadora de Servicio de Agua (EPSA) denunciaron que esta unidad dependiente de la Alcaldía de Cobija se encuentra en la fase terminal de una crisis provocada especialmente por falencias presupuestarias que son consecuencia de una pésima administración de dicho servicio básico.
Wander da Costa, representante laboral de Epsa, denunció que debido al déficit financiero que estaría enfrentando esta empresa, los trabajadores se encuentran sin percibir salarios desde hace varios meses. “Advertimos a las autoridades municipales y al Comité de Vigilancia que si en el plazo de 72 horas no se resuelve el problema de nuestra empresa, asumiremos medidas de hecho como un paro de labores e incluso una huelga de hambre”, anunció el dirigente en contacto con una radioemisora de audiencia nacional.
Sol de Pando intentó comunicarse infructuosamente con la alcaldesa Ana Lucía Reis llamando a su teléfono celular y, como en otros casos, la autoridad edil se niega sistemáticamente a responder nuestros requerimientos informativos siguiendo una consigna impuesta por sus principales colaboradores, todos ellos operadores dependientes del ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, quien ejerce control pleno de la gestión de Reis en una tácita vulneración de la autonomía municipal en la capital pandina. No obstante este obstáculo informativo impuesto a la alcaldesa Reis por motivaciones meramente políticas y personales del ministro Quintana, la redacción de este medio, respetuosa de la institucionalidad municipal, mantiene abiertos sus espacios a toda aclaración oficial que se pueda efectuar desde la Alcaldía de Cobija sobre este asunto.
Se supo extraoficialmente que la Alcaldía califica como “falsas” las denuncias de los trabajadores y que el Comité de Vigilancia “emitió una resolución respaldando plenamente la gestión de Epsa”.
Según Wander da Costa, Epsa atraviesa un déficit galopante al no haber generado ingresos durante toda la gestión 2012, por lo que esta empresa municipal no sólo incumple con el pago de sueldos a su personal sino también acumula un creciente pasivo y no realiza ninguna inversión de impacto para mejorar un servicio básico venido a menos.
La red de agua potable en Cobija atraviesa graves problemas provocados en el conjunto del sistema sanitario de esta ciudad durante la inundación del río Acre registrada en febrero pasado, cuando las alcantarillas de la ciudad explosionaron con la invasión subterránea de las aguas fluviales. El problema afectó igualmente al botadero municipal que con el recojo de escombros tras el diluvio de febrero también colapsó, obligando a la Alcaldía a utilizar predios urbanos para el depósito de desechos sólidos, habiendo esa situación provocado airadas protestas vecinales.
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