Todas las personas debemos asumir retos para enfrentar el cambio climático a través del cambio de hábitos, además de asumir conciencia sobre las consecuencias hacia el medio ambiente, que conlleva cada una de las acciones que realizamos.
De acuerdo a un trabajo realizado por Jorge Iván González, María Virginia Angulo y César López para las Naciones Unidas y su programa Conjunto de Cambio Climático, se indica que el cambio climático "es un hecho científicamente establecido", además, que hay evidencia de que la acción humana ha incidido en la aceleración del calentamiento del planeta.
Y puesto que el cambio climático es una evidencia, es necesario tomar medidas urgentes que disminuyan el ritmo de crecimiento de la temperatura, como la mitigación que debe estar acompañada de políticas que faciliten la adaptación, en un esfuerzo por proteger de manera especial a los más pobres.
El estudio señala que las concentraciones de gases sobrepasan los niveles de la era preindustrial, acentuando el efecto invernadero natural. El cambio climático se manifiesta en cuatro aspectos fundamentales: Entre 1906 y 2005 la superficie de la tierra aumentó su temperatura 0.74°C. Desde 1961 el nivel de los océanos subió l.8 milímetros por año y desde 1993 el nivel se incrementó 3.1 mm/año. Desde 1978 los hielos marinos árticos han disminuido en un 2.7% por decenio. El deshielo se incrementa a 7.4% por decenio, en períodos estivales.
Además de estos hechos, se observan precipitaciones en el área oriental del Norte de América del Sur y del Norte (entre 1900-2005), aumento de la actividad ciclónica en el Atlántico Norte, elevación del nivel de escorrentías de algunos sistemas hidrológicos, anticipación de la primavera, aumento de algas, plancton y peces en sistemas marinos y de agua dulce. En América Latina las precipitaciones se han intensificado en el Sureste de Brasil, Paraguay, Uruguay, la Pampa Argentina y Bolivia y han disminuido en el Sur de Chile, el Sur Occidente de Argentina, el Sur de Perú y el Occidente de Centro América. Estas variaciones han afectado la actividad agrícola. En latitudes de 25°S, el Sur de Chile y Argentina. El nivel del mar en el Sureste de Sur América ha subido entre dos a tres mm/año. La salud de la población de la región también se ha afectado porque los ambientes más cálidos facilitan la trasmisión de enfermedades como la malaria y el dengue.
El Banco Mundial sintetiza así los daños del cambio climático en América Latina y el Caribe.
Es así que ante todos estos hechos, las personas no se pueden quedar al margen de asumir medidas, que si bien tienen que venir con políticas de Estado, debe partir de cada uno el hacerse responsable de sus acciones, no es broma cuando se pide que se planten árboles porque es una de las mejores formas de contrarrestar el cambio climático, el no quemar combustibles fósiles, menos materiales contaminantes como plásticos o gomas, entre otros.
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