La ruptura de un ducto de petróleo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (FPFB) el pasado viernes a la altura del kilómetro 225 de la carretera nueva Cochabamba – Santa Cruz (municipio de Ivirgarzama) contaminó las aguas del río Magariño donde ahora se requieren trabajos de mitigación ambiental.
La titular de la Secretaría de los Derechos de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, indicó que se aguarda un informe oficial de YPFB sobre el incidente que se registró la pasada semana cuando una pala cargadora perforó el Oleoducto Carrasco -Cochabamba ocasionando que petróleo crudo ingrese a las aguas del río.
“Estamos esperando que se presente el informe y el plan de mitigación ambiental correspondiente”, manifestó.
La autoridad de la Gobernación lamentó que por el incidente una superficie estimada de 25 kilómetros de agua haya resultado contaminada por el petróleo poniendo en riesgo la salud de la población del municipio de Ivirgarzama, los peces y flora que son parte del ecosistema del lugar.
Según el informe preliminar de la Gobernación, al menos 400 barriles de petróleo en estado crudo se mezclaron con las aguas del río Magariño, ubicado en el municipio de Ivirgarzama del trópico de Cochabamba cuyo caudal se conecta con otros ríos de la zona. Parte de la población utiliza sus aguas para consumo, aseo personal y pesca.
Al respecto, ejecutivos de FPFB en Cochabamba evitaron dar declaraciones sobre el incidente asegurando que el derrame se controló el viernes y durante el fin de semana, personal de la empresa realizó trabajos de mitigación para evitar que las aguas contaminadas alcancen mayor superficie. En diez días se conocerá un informe oficial.
Sobre este particular, el presidente de la Sociedad de Ingenieros Eméritos de Cochabamba, Gonzalo Maldonado, dijo que este tipo de fugas requieren de un tratamiento especial (peinar y limpiar la zona) para aislar el lugar y evitar que la población tenga contacto con las aguas contaminadas que degradan el medioambiente.
“Es un problema ambiental que requiere de mucho cuidado y un tratamiento especial porque se expone a toda una población y ecosistema a daños por la contaminación”, aseguró.
Advirtió que los ductos que existen en el trópico de Cochabamba requieren de un mantenimiento permanente y normas de seguridad ambiental para evitar este tipo de incidentes que atentan contra la naturaleza y generan pérdidas económicas para la región.
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