Los efectos de la contaminación en el lago Titicaca se evidencian en Huatajata, Chua Cocani y otras poblaciones lacustres. La totora ha comenzado a presentar una especie de sarro, los peces han migrado y las aguas, otrora azules, se tornan verdes y cafés.
Desde hace unos años, por temporadas, el Lago se tiñe de verde intenso. Esa coloración coincide con el amarillo de la totora y la ausencia de peces. Técnicos del Ministerio de Aguas y Medio Ambiente tomaron muestras de las aguas del Titicaca hace semanas.
Para autoridades y pobladores del lugar, la situación se debe al crecimiento de los municipios que vierten sus aguas residuales en el Lago. Los desechos sólidos y el uso de lanchas a motor serían otras de las causas.
La lama llega a Chua Cocani
"En Chua Cocani hemos comenzado a sentir los efectos de la contaminación, aún no en gran escala como en Huatajata o Taraco, al otro lado del Lago”, señala Agustín Nacho, el alcalde del municipio ubicado a 82 kilómetros de la ciudad de La Paz.
La autoridad atribuye a ello el cambio de color de las aguas y da otros indicios: "Ya hemos visto que en las totoras y en las desembocaduras de río se está formando una especie de lama o sarro, que es producto de la contaminación por las aguas servidas. Es peor cerca a los hoteles de Huatajata, por la gran cantidad de población que vierte todas sus aguas residuales al Lago”, dice
La totora se ha tornado amarillenta por lo que ya no es saludable. "Antes, esa misma totora servía para los animales y hasta para el consumo humano, pero ahora ya no puede usarse en ninguno de los casos porque podemos enfermar”, comenta preocupado.
Con sus dos años de creación, el municipio de Chua Cocani aún no cuenta con alcantarillado. Sus pocos habitantes se han dado cuenta de las consecuencias de vaciar las aguas servidas al Titicaca y han decidido instalar pozos sépticos en sus casas y fomentar el recojo de basura.
"No tenemos expertos en el tema, pero estamos trabajando arduamente con la escuela, con los niños, los pobladores y los profesores de biología y ciencias naturales. Aún somos pocos pobladores, así que aún podemos manejarlo de otra manera. Ya contamos con un relleno sanitario y estamos esperando poder trabajar en el alcantarillado, porque sabemos que si bien ahora son pozos sépticos que no dañan al Lago, en algún momento estos residuos van a contaminar la tierra”, explicó el alcalde Nacho.
El precio del turismo
Los desechos son también un problema mayúsculo para Huatajata, vecina de Chua Cocani. Este municipio lacustre comienza a pagar las consecuencias del turismo mal planificado.
El secretario general de la comunidad de Huatajata, Franklin Huayñapaco Choque, explica que los visitantes dejan una gran cantidad de residuos tóxicos como botellas, bolsas plásticas, latas, líquidos con químicos, bebidas y pilas (baterías) que contaminan la tierra y el agua. Huatajata tampoco cuenta con una empresa de tratamiento de basura ni sistema de alcantarillado.
"No tenemos recojo de basura y ésta se queda en las orillas. Nuestro alcantarillado aún está en proyecto. Entonces todas las aguas servidas de acá y de los municipios de El Alto, Pucarani, Viacha y Tiwanaku van a dar al Lago”, dijo Huayñapaco.
¿Dónde están los peces?
Esta zona -por tradición pesquera- ha dejado de producir peces. Los totorales también han retrocedido hacia el centro del Lago. "Por la contaminación, esta zona ya no puede dedicarse a la pesca, a lo que se suma que los mismos pescadores no dejan reproducirse a los peces”, lamentó el secretario general de los comunarios de Huatajata.
Desde hace algunos años, los peces aparecen sólo por temporadas y en zonas alejadas. Según los pobladores, en los años 80, en las orillas había gran variedad de peces que ya han desaparecido. El k’esi, mauri, pejerrey, boga, ispi, carachis y la trucha criolla ya no existen en este sector.
"También tiene que ver la mecanización de las lanchas. Es inevitable que siquiera una gota de su combustible caiga en el agua. Hay daño y se ve en las orillas”, comentó Huayñapaco.
Autoridades del municipio de Huatajata esperan los resultados de las muestras tomadas en pasadas semanas por el Ministerio de Aguas y Medio Ambiente. En los últimos días, las aguas han vuelto a recobrar su color azul, sin embargo, los comunarios advierten que el verde volverá: "Es por épocas, siempre vuelve”.
Taraco y Cohana
2009. Un diagnóstico realizado por Lidema evidenció que la Bahía de Cohana, y otras circundantes como Pajchiri y Cascachi, mantuvieron el nivel de contaminación extrema desde gestiones anteriores, con tendencia al incremento.
2014. Pobladores de la isla Parití y la Bahía de Cohana se declararon en emergencia durante el segundo semestre de 2014 por la expansión de la contaminación que causó la muerte de peces, ganado y cultivo. En la isla Parití, los manantiales se secaron.
Lluvias. El asambleísta de la región, Adelio Tito, explicó que la situación fue crítica durante el primer semestre de 2014 por las fuertes lluvias que desbordaron los ríos de El Alto, Laja, Pucarani y Viacha, que se sumaron a las aguas servidas e industriales que vierten estos municipios en el río Katari que desemboca en el Titicaca.
Aguas. Un estudio de la Fundación Agua Tuya señala que el 95% de las aguas residuales de estos cuatro municipios llegan al lago Titicaca sin un tratamiento previo y adecuado, dato estrechamente relacionado con la falta de acceso a los servicios de agua potable y saneamiento básico en las zonas en expansión urbana.
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