El docente investigador de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Felipe Coronado, manifestó que el lago Poopó requiere de un plan de contingencia a corto plazo, puesto que el desastre ambiental ocurrido en noviembre de la pasada gestión, donde murieron miles de peces, es una alerta que indica que se deben efectuar acciones inmediatas para salvar al lago.
Mencionó que si bien es importante llevar adelante la remediación del lago Poopó que demorará años, es necesario tener un plan de contingencia a corto plazo para poder ayudar al lago de forma rápida.
Aseveró que la desgracia ambiental ocurrida en noviembre marca un evento muy lamentable para reflexionar en torno a las necesidades de las comunidades, y a los factores que provocaron dicho desastre, que principalmente se debió a la contaminación y el cambio climático.
Explicó que en las jornadas académicas sobre el lago Poopó que se desarrolló en días precedentes, se pudo identificar que existen aportes interesantes, estudios que se hicieron para la remediación del lago Poopó, pero que lamentablemente solo se quedaron en estudios y no se aplicaron.
Por ejemplo cuestionó al Programa Cuenca Poopó de la Gobernación que tuvo 14 millones de euros para invertir en cinco años, pero no realizó proyectos macro que remedien la situación del lago Poopó, tal vez porque la Gobernación no estaba preparada para llevar adelante este programa. Ahora se planea un plan director, pero para que se ejecute depende de la voluntad política.
Sostuvo que a pesar de existir una declaración de emergencia en el lago Poopó, por lo ocurrido en la pasada gestión, pasa lo mismo que con Huanuni que bajo un decreto se declaró emergencia ambiental a la subcuenca, pero a la fecha la contaminación persiste.
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