Las especies animales “descubiertas” y catalogadas como “nuevas”, en realidad no lo son. Se trata de especies ocultas al conocimiento moderno que han convivido ancestralmente con los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, protegiéndose, alimentándose y curándose mutuamente en lo más recóndito de los bosques, hasta que la deforestación y el avasallamieto extractivista los visibiliza mortalmente…
En los bosques y ríos de la Amazonia se descubre dos especies de reptiles anualmente, una especie de ave cada año y una de mamífero cada cuatro. Sin embargo, paradójicamente, cada nuevo descubrimiento es parte de una tragedia, pues se produce debido a la deforestación que realizan empresas petroleras, mineras y los taladores de árboles.
Por lo tanto, en muchos casos el “descubrimiento” de una nueva especie viene emparejado con el comienzo de su extinción.
Los descubrimientos de aves, mamíferos y otras especies en su mayoría se producen no necesariamente por una investigación científica, sino por la presencia de empresas petroleras, minera y tala de árboles.
Este tipo de hallazgo pone en riesgo a la especie que se descubre, ya que puede entrar en peligro de extinción porque ese lugar es su único hábitat debido al clima o cuenca.
Sucede lo mismo que con los pueblos en aislamiento voluntario: su contacto con la “civilización” los pone al descubierto, y a la vez los somete a una horrenda vulnerabilidad.
Las especies animales “descubiertas” y catalogadas como “nuevas”, en realidad no lo son. Se trata de especies ocultas al conocimiento moderno que han convivido ancestralmente con los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, protegiéndose, alimentándose y curándose mutuamente en lo más recóndito de los frondosos bosques, hasta que la deforestación y el avasallamieto extractivista los visibiliza mortalmente.
Una estadística que crece
En octubre del pasado año, más de 1.200 nuevas especies fueron dadas a conocer en una cumbre de las Naciones Unidas sobre biodiversidad.
El número total de especies descubiertas por los científicos entre 2010 y 2013 y compiladas por WWF comprende 258 plantas, 84 peces, 58 anfibios, 22 reptiles, 18 aves y un mamífero. “Estas especies son un patrimonio natural único que tenemos que conservar. Esto significa proteger su hogar, la increíble selva amazónica, que se encuentra amenazada por la deforestación y la construcción de presas”, destacó en un comunicado Claudio Maretti, líder de la Iniciativa Amazonía Viva de la organización ecologista.
El número de especies que desaparece para siempre en el mundo todo los días es muy superior al número de especies que se descubren cada vez con mayor frecuencia.
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