miércoles, 22 de abril de 2015

LA CONTAMINACIÓN MATA A CIENTOS DE RANAS GIGANTES DEL TITICACA

LA CONTAMINACIÓN PROVIENE BÁSICAMENTE DE LA CIUDAD DE EL ALTO, PERO ÉSTA NO ES LA ÚNICA FUENTE DE LOS PROBLEMAS.

Navegamos por varios minutos y de pronto, cómo para no creer, observamos que la coloración del agua del lago Sagrado de los Andes, Titicaca, ha cambiado y ahora es verde. Una maloliente brisa nos envuelve, como presagio de lo peor. Sí, allí están. Decenas de especímenes de ranas gigantes (Telamatobius culeus) o jach'a jampatus yacen muertas o luchan sobrevivir vanamente en una de las orillas de la isla Pata Patani, del lago menor o Wiñaymarka.

Mientras tanto una asamblea general del municipio de Puerto Pérez se realiza en la isla Suriqui, cerca del lugar, donde se reúnen representantes de varias comunidades e islas de la provincia Los Andes del departamento de La Paz. Están alarmados por el cambio de la coloración de las aguas del Titicaca, hecho que fue registrado desde febrero de este año.

Tétrico hallazgo. Uno de los comunarios de la isla Pata Patani, Teodoro Mendoza, baja de la lancha y exclama que el panorama se repite en las cercanías. "Las ranas, que nunca suelen subir la superficie, y que solo las podíamos atrapar con las redes en las profundidades del lago Titicaca, ahora, están muriendo bajo las algas y restos de totora, en las orillas de esta isla".

Inmediatamente, se descalza y comienza a reunir las que aparentan estar aún vivas, mientras bajo algunas rocas, algas y totoras, encuentra más ranas agonizantes y muertas. Muchas aún no alcanzaron la edad adulta, cuando llegan a medir hasta casi un metro.

"Es como si buscaran oxígeno o agua limpia para poder respirar y tratar de sobrevivir… pero no lo logran", señala el isleño, quien no puede explicarse lo que sucede. El olor es asfixiante y pese a ello continúa con su búsqueda y recoge más anfibios.

A unos pasos descubre una de las más grandes, es otra telmatobius de más de 10 centímetros de largo y en proceso de desintegración. "Parece que la misma agua desintegra o deshace su cuerpo”, menciona y comienza a expresar su temor, por si algo parecido ocurriese con los peces del lugar.

La isla Pata Patani, no muy distante de otras como Suriqui, Kewaya y Pariti, guarda al igual que las demás restos arqueológicos, principalmente de la civilización tiwanakota que hace miles de años habitaba en la región lacustre donde se realizaban grandes rituales ceremoniales en agradecimiento a la Khochamama o Madre del Lago, por las bondades ecológicas, que ofrecía a los habitantes prehispánicos.

Eran otros tiempos, cuando aún no llegaban al Lago Sagrado miles de litros de aguas residuales contaminadas y tóxicas provenientes de El Alto, Laja y Viacha. Actualmente, no existe un solo plan, política o programa destinado a la mitigación.

Pedido de atención. Continuamos con la búsqueda. Más pruebas demuestran que en este sector de la provincia Los Andes se registra un fenómeno nunca antes visto. La brisa maloliente empieza a afectarnos, y nos advierte de que no es bueno permanecer en el lugar. El olor que percibimos, parecido al de una gigante cloaca, es producido posiblemente por la existencia de gases contaminantes que salen y se expanden desde las aguas turbias y verduzcas del lugar.

El lanchero Wálter Arratia dice que "no es posible creer, los jach'a jampatus nunca suben a la superficie, cuando tenemos suerte suelen aparecer entre las redes cuando pescamos a los ispis. Pero pretender atraparlos con las manos o verlos agonizar, jamás había sucedido. Desde que soy niño, navego por estas aguas".



desastre ambiental. Luego de reunir varias ranas, los lugareños se sientan en las orillas de la milenaria isla, donde hace varios años el arqueólogo Jedú Sagárnaga, desenterró una momia a la que nombró Tani Tani, y que tras un ritual ceremonioso la llevó hasta la ciudad de La Paz.

El desasosiego los invade. Teodoro Mendoza se adelanta y de forma enérgica solicita una urgente atención a la problemática a la que califica como un desastre ambiental, que sacude a la región desde hace 12 años, por las aguas residuales, fenómeno que es más perceptible este año.

Arratia exclama que esta "no es una buena señal de la Khochamama, se ha producido un desequilibrio con la naturaleza, estamos matando nuestro lago, por la irresponsabilidad de enviar aguas sucias al Titicaca".

La asamblea en Suriqui sigue y el tema ambiental es inevitable.

Los especímenes de ranas muertas y agonizantes son colectados por ambos comunarios en recipientes improvisados de plástico, en 15 minutos suman más de una veintena, solo al caminar cerca de 10 metros en una de las orillas.

Comienza la retirada, Arratia enciende el motor de la lancha con destino a Huatajata, las distancia se hace más larga. En el trayecto, ambos lugareños no pueden evitar expresar su tristeza.

La pescadora Rosa Quispe, que por más de 20 años colocaba las redes en Huatajata, inmediatamente reconoce a las ranas y pregunta si se las van a comer. Grande es su asombro cuando se le informa que se las recogieron agonizantes y muertas. No lo cree y se asusta.

"En mis sueños me veía recoger las rana". La mujer agrega que en su población en horas de la noche se percibe la brisa maloliente. "Mi padre me enseñó a ser pescadora y siempre me decía que estos jampatus eran muy nutritivos y ahora están muriendo. Desde hace seis años que ya no saco pescado para vender, ahora llevo habas, ya que nos cansamos de poner las redes y sacar apenas dos baldes de pescasos".

Cuenta que solían recoger en cada pesca más de 10 baldes, eran arrobas que se vendían en los mercados de El Alto y La Paz

"Ya no hay pescado, ya no conviene dedicarse a esta actividad y desde hace tres meses, me salí de Huatajata. Ya no se puede".

Los ecosistemas acuáticos del Lago Titicaca son afectados por las aguas residuales que desde hace más de una década ingresan por el río Katari hasta la Bahía DE Cohana. Un estudio de la Liga de Defensa del Medio Ambiente emitido en 2014 menciona que existen 112 kilómetros cuadrados afectados por la contaminación en la región lacustre del lago Menor o Wiñaymarka.

La situación de la rana gigante del Titicaca. La especie Telmatobius culeus se encuentra clasificada y categorizada como en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que califica a la especie en "riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre".

Ello se debe a la sustracción de ejemplares para su consumo en ciudades donde las consideran afrodisiacas y a la misma contaminación del lago; aunque también se especula que la introducción de especies como el pejerrey y la existencia de enfermedades aún desconocidas. Se cree que son los factores que influyen en su desaparición.



Por ejemplo, en enero se decomisaron 150 especímenes disecados en las Alasitas y en Perú se consumen licuadas, como vigorizante sexual.

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