Los cambios climáticos abruptos ocurridos en el Atlántico Norte durante los últimos 440.000 años no fueron provocados por la presencia de grandes conjuntos de icebergs, según un estudio publicado por la revista Nature.
En el pasado, otras investigaciones sugirieron que esas marcadas variaciones del clima detectadas en el Atlántico Norte pudieron estar causadas por el vertido de agua dulce procedente del deshielo de los icebergs.
La mezcla de agua dulce con la salada en la superficie del mar podría haber modificado la circulación de las corrientes oceánicas y provocado una alteración de la temperatura. Un estudio desarrollado por científicos de la Barker Cardiff University indica que los nuevos indicios apuntan a que, los icebergs llegaron demasiado tarde como para tener alguna influencia en el enfriamiento de las aguas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario