Los bosques naturales en Bolivia, como los que ostenta la reserva forestal de Guarayos, constituyen una tradicional fuente de múltiples recursos complementarios a la subsistencia diaria de los pueblos rurales, originarios e indígenas. También, son la base del cuidado y la conservación de la vida silvestre, lo que genera fuentes de trabajo e importantes ingresos al Estado y gobiernos locales.
La Reserva Forestal de Guarayos fue creada en 1969 por Decreto Supremo Nro. 12268, con la expresa prohibición de todo tipo de asentamiento humano y actividad agropecuaria dentro de sus límites. Con una extensión de 1 millón 53 mil hectáreas, concentra una de las áreas boscosas más ricas en especies forestales del Departamento y por sus características inundadizas, no es apta para la agricultura.
En el departamento de Santa Cruz existen tres reservas forestales de producción: El Chore, Guarayos y Bajo Paraguá. La creación de estas reservas surgió por la necesidad de establecer áreas exclusivas para producción sostenible de madera.
En las tres existen concesiones forestales de diferentes formas y tamaños, pero dos de ellas, El Chore y Guarayos, sufren la permanente invasión de colonos, gracias a la proximidad de zonas de inmigración, a la presencia de caminos de acceso y a la falta de fiscalización. De esta manera, las reservas forestales van cayendo paulatinamente bajo el hacha del colono migrante, atrapado en el círculo vicioso de la agricultura de corte y quema, rumbo al callejón sin salida de la crisis del barbecho.
es muy interesante
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