El científico peruano Marino Morikawa "resucitó" en 15 días, con ayuda de la nanotecnología, un humedal que todos daban por perdido, y ahora combina sus conocimientos y amor por la naturaleza para intentar descontaminar el lago Titicaca y la laguna de Huacachina, un oasis en medio del desierto.
El humedal El Cascajo, un ecosistema de aguas superficiales de unas 50 hectáreas, en el distrito de Chancay, en el norte de la región Lima, inició su recuperación en 2010 con dos inventos que Morikawa desarrolló por su cuenta y con su dinero.
La idea de recuperar al humedal surgió con una llamada de su padre, quien le contó que El Cascajo, donde iban a pescar cuando era pequeño, estaba "en muy mal estado", según contó Morikawa.
El científico, quien estudió la carrera de Medioambiente en la universidad japonesa de Tsukuba, visitó el humedal y lo que encontró fue, según recordó, una "imagen desastrosa" que "lo dejó dolido" y en la búsqueda de una solución.
Uno de sus proyectos con miras a 2018 es la recuperación del lago Titicaca, el más grande de Suramérica, y que comparten Perú y Bolivia, a 4.000 metros de altitud, que está afectado por la contaminación de aguas residuales.
"Esperamos la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, mientras tanto iré recuperando la calidad del agua del Titicaca, lo que no es difícil", dijo Morikawa.
El científico sabe que su éxito consiste en educar a las personas en el cuidado ambiental, por lo que empezó a dar charlas en colegios de Puno, ciudad sureña ubicada a orillas del Titicaca.
Otro proyecto que planea trabajar es la Huacachina, un oasis en medio del desierto, en la ciudad sureña de Ica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario