sábado, 16 de julio de 2016

Un agujero en la capa de ozono se recupera


Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, en colaboración con investigadores de otros países, identificaron las primeras huellas de "curación” de la capa de ozono sobre la Antártida. Estas señales de recuperación corresponden con una reducción del agujero de ozono de más de cuatro millones de kilómetros cuadrados entre el año 2000, cuando se alcanzó el mínimo histórico de este gas que evita que las radiaciones del Sol nos quemen, y septiembre de 2015.

Buena parte de la responsabilidad de la recuperación de la capa de ozono recae sobre la rigurosa aplicación a nivel mundial del Protocolo de Montreal y la drástica reducción de emisiones de CFC (clorofluorocarbonos) a la atmósfera. Pero la otra mitad se debe, paradójicamente, a otro de los graves problemas que el hombre causó, el cambio climático.

El estudio desarrollado por estos científicos revela que el calentamiento global provocó el aumento de la temperatura en la superficie del planeta, pero también un enfriamiento en las capas altas de la atmósfera, lo que ha hecho que se produzca un acusado efecto chimenea que acelera el ascenso del aire caliente desde el Ecuador hacia la estratosfera, para después caer sobre los polos.

Al intensificarse ese flujo, conocido como Circulación de Brewer-Dobson, se inyecta más oxígeno (O2) en las capas altas, donde por efecto de la radiación solar se convierte en más ozono (O3). (Agencias)

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