Pobladores aledaños al lago Poopó, en conferencia de prensa pidieron ayuda a la población ante la tragedia que afrontan por la sequía de dicho humedal, de donde recolectaban huevos de distintas aves para comercializar, además del uso que le daban a algunas plantas con las que elaboraban una diversidad de artesanías para venderlas.
En el acercamiento con los medios de comunicación, realizado en la Gobernación, participaron como organizadores de la actividad, el grupo ecologista Wasipacha (Casa Grande), el colectivo Urus Delirium y el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), con el apoyo de la Secretaría de Cultura y Turismo de la Gobernación y la presencia del asambleísta originario del sector, Andrés Choque Huanaco y la comunaria Adela Choque como autoridad del Puñaka Tinta María.
En la oportunidad, Choque, entre sollozos, pidió en su idioma originario, el quechua, ayuda para los menores que aún viven con los adultos, muchos de los cuales dejaron esas tierras para buscar trabajo y sobrevivir en Huanuni, Machacamarca, Cochabamba y otros lugares, dejando de esa manera sus orígenes.
A la vez narró que ya no cuentan con los medios para subsistir, motivo por el que tienen muchas necesidades, tanto de alimentación como de cosas materiales como útiles escolares para que sus hijos retornen a sus unidades educativas.
Manifestó que creen que el lago Poopó se secó por la contaminación que provoca la minería, especialmente de Huanuni y otras minas aunque no se encuentran seguros de esa aseveración que provocó la pérdida de muchas especies, entre ellas la diversidad de aves que se encontraban en el lugar.
El asambleísta Andrés Choque Huanaco, manifestó que sus hermanos de la comunidad Urus necesitan de muchas cosas y los estudiantes también, por ejemplo para representar al departamento en los Juegos Plurinacionales a quienes se puede otorgar ayuda de forma personal, brindándoles recursos económicos.
Recordó que el pueblo Uru fue parte de una marcha pidiendo al Gobierno que se promulgue una ley que declare patrimonio al pueblo Uru que se esfuerza para sobrevivir ante las necesidades que atraviesa, pero no tuvieron resultado.
"Yo sigo viviendo en mi pueblo, vengo desde ese lugar para la ciudad y no estoy tranquilo porque me buscan para darme a conocer sus demandas y por esta situación apoyo de alguna forma a los que me solicitan ayuda", manifestó.
Actualmente, viven en Llapallapani cerca de 400 personas y de forma similar en pueblos aledaños, la mayor parte emigra a otros lugares en busca de trabajo, motivo por el que en estos sectores solo se encuentran en mayor porcentaje los adultos mayores.
La sequía que provocó que no existan peces, dijo que es un percance que actualmente atraviesan como pescadores, porque otros dejaron el lugar en busca de trabajo como albañiles, pastores y en lo que puedan desenvolverse.
"Gracias a Dios algunos no hemos salido a pedir limosna, estamos trabajando en lo que podemos como los ancianos trabajan pasteando y otros de forma sacrificada dejaron a sus familias para conseguir trabajo", dijo.
Los niños, por el momento, cuentan con el desayuno escolar y almuerzo, pero necesitan de apoyo material como los útiles, motivo por el que se pide la colaboración de la población para que puedan donar material escolar y dejen los mismos en la Secretaría de Cultura, dependiente de la Gobernación, ubicada en el teatro Palais Concert (Plaza 10 de Febrero).
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