El agua que desemboca en el río Rocha y luego en la laguna Alalay presenta niveles de contaminación elevados, porque las concentraciones de amonio y fósforo son similares al de una planta química, afirmó el docente investigador del Centro de Biotecnología de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Jorge Quillaguamán.
Dijo que la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos admite en aguas alcalinas como la laguna Alalay, con un PH de 9,5, una concentración de amonio de 1,15 miligramos por litro y 0,1 miligramos por litro de fosfato. En aguas corrientes como el río Rocha se permite 0,05 miligramos por litro.
Después del desastre ambiental registrado en la laguna Alalay, el pasado 10 de marzo, que provocó la muerte de miles de peces y algunas aves, el análisis químico reveló que el amonio que ingresó a la laguna del río Rocha llegó a 14,1 miligramos por litro y el de la cubeta propiamente a 2,7 miligramos por litro, cuando lo permitido es 1,15. En tanto que el fosfato alcanzó los 3,0 miligramos por litro cuando no debería superar el 0,1.
“Ambos estaban en cantidades muy grandes”, alertó el investigador y explicó que con esos niveles no es sorprendente que empiecen a crecer algas, bacterias y mueran los peces.
Añadió que las especies como las carpas “toleran cantidades mayores” de amonio, pero “asimilan” este elemento en su cerebro. A la larga esto produce un crecimiento acelerado de este órgano. “Aunque no mueran se puede dañar a la fauna de la laguna”, lamentó.
Quillaguamán explicó que las aguas que estaban por ingresar al río Rocha tenían una concentración de 900 miligramos de amonio por litro, según análisis químicos. Dijo que una planta química de urea (fertilizantes) en Estados Unidos genera 600 miligramos por litro. “Esta agua -del Rocha- tenía una contaminación de amonio más grande que una planta química”, comparó.
En tanto que los niveles de fosfato también son altos. En sus muestras encontraron 79 miligramos por litro. El investigador dijo que los microorganismos que habitan en estas aguas contaminadas “liberaban” mayores cantidades de estos químicos.
Por otro lado, la directora del Centro de Agua y Saneamiento Ambiental (CASA) de la UMSS, Ana María Romero, ratificó que la principal fuente de contaminación del agua de la laguna Alalay son los ingresos de aguas residuales del río Rocha, que provienen de la jurisdicción de Sacaba. El caudal que llega presenta grandes cantidades de nutrientes de nitrógeno y fósforo, que son causantes de la “hipereutrofización” o exceso de nutrientes, materia orgánica.
Otra fuente de contaminación son las descargas de los servicios básicos del entorno de Alalay y la basura. Así como los comodatos, 13 en el entorno que incumplen con las condiciones y suelen rellenar algunas áreas con escombros para ganarle espacio a la laguna.
El investigador de la Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos de la UMSS (ULRA), Edgar Goitia, informó que Alalay “atravesó todos los estados de una laguna eutrofizada”. Desde tener aguas turbias con un dominio del fitoplancton (microorganismos como las algas) pasando por aguas claras con vegetación sumergida hasta estados intermedios con vegetación flotante o combinaciones entre fitoplancton y vegetación acuática como cianobacterias tóxicas.
Para los investigadores de la UMSS, la recuperación de la laguna debe realizarse de forma paralela a la descontaminación del río Rocha, considerado su principal afluente pero convertido en una alcantarilla. Enfatizan en trabajar en la cuenca, porque también hay un impacto de la deforestación en las zonas altas.
Los aportes de los investigadores fueron dados a conocer en el ciclo de conferencias organizado por la UMSS denominado: “Análisis de la problemática de la laguna Alalay y del río Rocha, protegiendo la biodiversidad”.IDENTIFICAN CINCO TIPOS DE ALGAS DESDE 1989
La primera bióloga titulada en Bolivia y experta en algas, Mirtha Cadima, dijo que los primeros estudios sobre la laguna Alalay se iniciaron en 1979. Éstos permitieron detectar especies potencialmente perjudiciales como la Microcystis aeruginosa, Anabaenopsis circularis y Arthrospira, que este año abunda (95,9%). Es tóxica y se caracteriza por estar en aguas hipereutróficas, contaminadas y con elevados niveles de salinidad, fosfato y nitratos.
En 1989 se realizó la primera floración algal. Desde 1989 el ULRA identificó cinco tipos de floraciones algares: la primera en 1989 Anabaenopsis circularis; la segunda en 2013, Microcystis aeruginosa; la tercera y cuarta en 2015, Pandorina morum, Euglena, Lepocinclis, Phacus; y la quinta en 2016 la Arthrospira.
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