jueves, 26 de marzo de 2015

Colina procesa 120 mil litros de lixiviados y frena contaminación

Aproximadamente dos mil perros que viven en el botadero se han convertido en celosos guardianes del futuro relleno sanitario de K´ara K´ara.

El botadero municipal, donde llega a diario 490 toneladas de desechos que produce la ciudad comenzó a transformarse.

En los últimos siete meses la empresa de servicios sanitarios Colina S.R.L., que asumíó la responsabilidad de cerrar técnicamente y ahuyentar los malos olores del botadero, retuvo 120 mil litros de lixiviados (agua de residuos sólidos de la basura) que salían del lugar para innundar vertientes naturales de agua en la zona, aseguró el gerente general del proyecto, Óscar Cala.

Esta cantidad de líquidos contaminados fueron confinados en tres piscinas (depósitos) impermeabilizados que habilitó Colina.

SON REDUCIDOS La empresa también deposita en el suelo los desechos sólidos, que luego son esparcidos y compactados reduciéndolos al menor volumen posible para que así ocupen un área pequeña.

OPINIÓN constató en el botadero que Colina inició trabajos para realizar estudios de topografía.

Tiene previsto comenzar en los próximos días la prospección para conocer, con certeza, dónde se hallan las aguas subterráneas que corren por debajo del botadero y medir la disponibilidad de material que tendrá que utilizar para cubrir la basura.

Los trabajos de intervención están orientados a controlar con drenajes y otras técnicas los líquidos y los gases que produce el relleno para mantener las mejores condiciones de operaciones y proteger el ambiente, aseguró el responsable del cierre técnico Jorge Rafael.

En un área de 1.500 metros cuadrados, donde funciona el relleno, la empresa limpia y habilita canales y drenajes para que el agua de lluvia no ingrese al lugar.

Debe haber una auditoría ambiental al botadero
Jhon Zambrana

Experto ambientalista

En cumplimiento de una disposición que emanó la Contraloría General del Estado en el botadero de K´ara K´ara debería realizarse una auditoría técnica ambiental para conocer con certeza el grado de contaminación.

De hecho, en 2002, la Contraloría dispuso la necesidad de hacer una auditoría, pero lastimosamente hasta ahora no se cumplieron las disposiciones legales que existen para el botadero.

De acuerdo a los términos del contrato que firmó la Alcaldía con la empresa Colina, el cierre técnico debe mostrar resultados concretos en el manejo adecuado de los residuos sólidos, lo que implica evitar la contaminación de suelos, aire y agua, de tal forma que contribuya también a preservar la salud de la población que vive en la zona.

Las aguas residuales no solo deben ser objeto de almacenamiento y evaporización, sino deberían ser procesadas, adecuadamente para mitigar el impacto que generan para el medio ambiente.

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