El dato fue obtenido gracias a las estaciones de monitoreo que fueron implementadas en las cuencas del Condoriri, Tuni y Huayna Potosí.
Anualmente los glaciares de las cuencas Condoriri, Tuni y Huayna Potosí sufren el deshielo de entre uno a dos metros de espesor, según los últimos reportes que arrojaron las cinco estaciones meteorológicas implementadas en 2011, como parte del proyecto Grande, ejecutado desde el 2010 por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica) y el Instituto de Hidrología e Hidráulica (IHH) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
El investigador y responsable científico del proyecto, Edson Ramírez del IHH, mencionó que los equipos miden las variables del clima, la precipitación pluvial, la temperatura, la velocidad e intensidad del viento, la humedad relativa, la radiación y los caudales de aporte a la represa Tuni (principal fuente de agua de El Alto y parte de La Paz), componentes que permiten generar los modelos de simulación del comportamiento de los glaciares, "son estaciones muy importantes, pues medimos las precipitaciones en su forma sólida y molecular".
De acuerdo con Ramírez los estudios glaciológicos en Bolivia se iniciaron en la década de los 90, debido al deshielo y posterior desaparición del nevado Chacaltaya.
"Desde entonces y gracias a los estudios actuales hemos logrado establecer un porcentaje de pérdida anual, desde los años 80, de 12 metros frontales", dijo.
VISITA A LOS GLACIARES. Con estos antecedentes y la información proporcionada por Ramírez se incursionó, el pasado jueves 5, al campo de estudio. Guiados por el especialista y un equipo técnico del Jica, la exploración se inició en la represa de Tuni, distante a 65 kilómetros de La Paz. En el lugar, Ramírez explicó que el estudio consiste en medir la cantidad, calidad y comportamiento del agua generados por las precipitaciones pluviales y el deshielo de los nevado de Condoriri, Tuni y Huayna Potosí. "Estas tres cuencas abastecen o alimentan al embalse Tuni y, en términos de aporte, hemos logrado establecer que los nevados sólo aportan el 12 por ciento de la capacidad total de la represa que es de 24.700.000 metros cúbicos".
Ahora, agregó, sabiendo que el proceso de deshielo es inevitable debido al calentamiento global, los niveles de caudal se incrementarán por lo cual se deben implementar estrategias de respuesta o proyectos para no desperdiciar el agua. Luego de esa explicación nos dirigimos al nevado del Pequeño Alpamayo, que está escondido detrás del Condoriri a más de 4.300 metros sobre el nivel del mar. El recorrido inició en el sector conocido como Huatapampa, en donde que encontró a la familia Vargas que vigila una de las estaciones meteorológicas implementadas por Jica.
En esta oportunidad fuimos guiados por Evaristo, el jefe de familia, y apoyados por su hijo Hugo, de 22 años. La caminata duró cerca de dos horas y en el trayecto se observó la belleza del ecosistema que engalana a la cordillera. Rodeados de lagunas cristalinas, humedales y fauna andina, llegamos al punto de estudio que, según Ramírez, es la lengua del Pequeño Alpamayo.
El trabajo consistió en analizar el volumen de pérdida del glaciar y su comportamiento con apoyo de un escáner láser terrestre, equipo de última tecnología donado por el Japón. "Lo que hace la máquina es lanzar un haz de rayos láser para obtener un modelo digital del terreno y del glaciar, lo cual nos permite saber el nivel de deshielo del nevado".
Dijo que este tipo de análisis se realiza cada mes, una labor que permite medir las diferencias que hay en cada gestión.
LOS HABITAMNTES DEL SECTOR SE DEDICAN A LA CRIANZA DEL GANADO CAMÉLIDO Y OVINO, COMO AL CULTIVO DE QUINUA. PERO, SOBRE TODO A LA ACTIVIDAD TURÍSTICA, EVARISTO VARGAS, COMUNARIO DEL SECTOR, MENCIONÓ QUE MUCHOS HACEN DE GUÍAS DE MONTAÑA U OFRECEN SUS SERVICIOS COMO CARGADORES DE EQUIPAJE A LOS TURISTAS.
"Cada año sentimos los efectos del cambio climático, pues el comportamiento de las lluvias y nevadas no son los mismos como años pasados". Evaristo Vargas - COMUNARIO
"Los resultados que generará este proyecto servirán para que los tomadores de decisión creen políticas de conservación". Edson Ramírez - IHH- UMSA
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