Un estudio realizado por el Instituto Boliviano de Biología de la Altura, revela que en lo que antes era el campamento minero San José y que con el transcurrir del tiempo se convirtió en un barrio más de Oruro, sus habitantes conviven en un escenario peligroso, pues se ha confirmado que en el estudio encontraron restos de metales pesados hasta en los cabellos de las personas sometidas a evaluación.
La información fue difundida a través de GAIAnoticias.com, y la tarea investigativa estuvo a cargo de la investigadora Marilyn Aparicio, y refiere que para analizar si existía contaminación humana por elementos metálicos, que estarían produciendo daño a la salud, se midió la presencia de metales en muestras de cabellos de niños, se buscó la presencia de agentes neurotóxicos como el plomo, arsénico y, adicionalmente, cadmio, ya conocidos como agentes de riesgo para la ciudad de Oruro.
El estudio confirmó que 41 casos presentaron valores entre 1,1 a 10 gramos de plomo en cabellos, mientras que 37 niños de los controles presentaron valores entre 0 a 5 gramos de plomo en cabellos. Niveles considerados elevados en cuanto a contaminación, producto de la actividad minera.
PANORAMA
En el sector de San José los desechos mineros, son visibles, al igual que en otras zonas del departamento, donde la actividad extractiva es la principal fuente generadora de ingresos económicos y a la vez es grave causa de contaminación de ríos, cultivos y con seguridad con su consecuente amenaza para la salud humana.
Todavía los planes de mitigación ambiental se muestran incipientes, pues mientras la mano del control social-gubernamental ambiental, es severa hacia los emprendimientos privados, hay empresas cuya administración es responsabilidad estatal que, se podría decir, contaminan en mayor grado.
Las denuncias y reclamos de entidades ambientalista, casi siempre quedan en eso. Sin embargo, aquellas empresas con "responsabilidad social" ejecutan acciones que apuntan a la reforestación o construcción de parques o plazas, ¿pero eso será suficiente?
Esta región de Bolivia, como es el altiplano, donde se concentran importantes yacimientos mineros, tiene una larga historia económica basada en la minería, tiempo durante el cual hombres, mujeres, sean adultos, ancianos o niños han convivido con la contaminación "a flor de piel", pero poco se conoce sobre los efectos de estos agentes contaminantes en la salud pública.
Si bien se presentan resultados de estudios con resultados alarmantes, no se conocen políticas concretas, efectivas y realizables para precautelar el capital humano.
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