jueves, 26 de julio de 2012

Basura convertida en ladrillo

Reduce - reutiliza. El ecoladrillo es un mini relleno sanitario que ofrece una solución simple y eficiente para convertir los desechos en materiales de construcción.

Durante el transcurso de la historia de la humanidad muchos inventos salieron a la luz siguiendo el ritmo forzado de la modernidad y del desarrollo. En un principio su misión era brindar comodidad y practicidad a las exigencias de los modos de vida de la época, como el plástico, el tetra pak, el polietileno, entre otros; pero con el paso de los años y su gran aceptación mundial, toneladas de estos desechos comenzaron a contaminar el medioambiente y como respuesta cientos de estudios salieron a la luz pública, muchos de ellos lanzaron datos alarmantes del daño que el hombre está causando a su entorno.

Se realizaron estudios científicos para calcular el tiempo que tarda la naturaleza en transformar estos residuos. Entre los datos más alarmantes se encuentra que una lata de gaseosa o de cerveza, de 210 micrones de espesor de acero, demora alrededor de 10 años en degradarase, asimismo los envases “tetra-pak” se descomponen en 30 años; por otra parte el plástico, el vidrio y el telgopor son los materiales menos biodegradables y lo máximo que puede hacer la naturaleza con este tipo de estructuras es dividirla en moléculas mínimas.

Pero los códigos rojos y más alarmantes se encuentran las bolsas plásticas que en general demoran unos 150 años, y durante todo este tiempo la naturaleza suele entablar una batalla dura contra ese elemento, pero que por lo general pierde.

A este ranking de elementos contaminantes se suman las “botellas de plástico”, cuya mayoría está fabricada en PET, ya que ellas demoran en trasformarse entre 200 y mil años. Este es un material duro de roer y los microorganismos no tienen mecanismos para atacarlos.

La lista apenas empieza y son cientos de productos descartables -elaborados con materiales tóxicos al medio ambiente- que diariamente pasan por las manos sólo unas cuantas horas, minutos e incluso segundos, pero deshacerse de ellos cuesta años o siglos.
La onda expansiva

El uso de bolsas plásticas es uno de los fenómenos más cotidianos y, por lo tanto, menos perceptibles, por ejemplo: la primera compra del día para desayuno trae a nuestras manos la primera bolsa nylon, obviamente es el pan de cada día, la misma que será eliminada al llegar a casa; de igual manera los niños consumen golosinas, galletas, jugos y otros productos comestibles que vienen con envolturas y en envases plásticos. Al medio día, muchas familias compraran comida, la cual vendrá en envases desechables, con sus cubiertos plásticos y claro todo eso en una bolsa de plástico; y si es que asiste a un evento social probablemente pasarán por sus manos vasos, platillos y platos, cucharas, cucharillas, tenedores y cuchillos, todos ellos de plástico.
S.O.S UNA VOZ DE ALERTA

Según los datos ofrecidos en el anteproyecto de Ley del Reciclador o Recicladora, promovido por el diputado Jorge Medina, diariamente en Bolivia se genera 4.673 toneladas de basura (residuos sólidos), de las cuales el 86 por ciento corresponde a Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.

Es por ello que algunas organizaciones están empezando a promover conceptos novedosos de lo que hoy se denomina bio-construcción.

Se trata de un sistema de edificación de viviendas, refugios u otras construcciones que son creadas con materiales de bajo impacto ambiental, reciclados o ecológicos y, además, de fácil acceso.

Recientemente el Proyecto mARTadero de esta ciudad organizó el evento denominado “Laboratorio creativo Espacio y Especies”, con el grupo teatral Dama Brava de Chile; en el cual se desarrollaron dos aspectos fundamentales, por un lado, la creación escénica y, por otro, el taller de bioconstrucción; dentro de éste último se dio a conocer al ecoladrillo.

Paulina Tonacca integrante del grupo Dama Brava, arquitecta de oficio y de profesión, afirma que la bio-construcción es una manera natural de trabajar con los elementos disponibles, no se trata de una arquitectura inmediata en la que se puede edificar de un mes a otro; pero que se desarrolla con el tiempo y no requiere presupuesto económico puesto que emplea basura o materiales a disposición en la ciudad.
EL ECOLADRILLO, PASO A PASO

Los ecoladrillos no son más que botellas plásticas rellenadas con todo tipo de residuos sólidos y secos, es decir bolsas plásticas, envases, envoltorios, plastoformos y más. Lo único que se requiere es conservarlos en buen estado.

Para hacer un ecoladrillo se siguen algunos pasos: se lava y seca la botella PET, conservando la tapa.

Estas botellas se colocan en lugares estratégicos y comunes de la casa, como ser: la cocina, el baño, dormitorio o automóvil y se van introduciendo por el orificio superior los residuos plásticos, que deben estar secos y limpios; cada tanto se compacta el material con ayuda de un palo. Cuando el envase esté lleno volver a tapar e inciar el proceso nuevamente.

“Más o menos se requieren 4.000 ecoladrillos para construir una pequeña vivienda”, asegura Tonacca; quien explica que se trata de un proceso lento de construir, “no es una arquitectura inmediata”, pero lleva un proceso de antes y después.

Pero viéndola desde el aspecto económico este tipo de construcción no requiere de dinero, porque los materiales de construcción están en la basura y sólo hay que reciclarlos.

La necesidad de contar con tantos ecoladrillos hace que los impulsores sugieran que estos proyectos se desa-rrollen o promuevan la actividad en grupos; de esta manera se aminora el tiempo de espera para llevar adelante un proyecto.

Tonacca afirma que este tipo de construcción puede ser una manera de solucionar el tema de la vivienda de la gente pobre; o embellecer algunos espacios públicos de manera sencilla, económica y ecológica.
EMULANDO UN LADRILLO

Una vez acumulada la materia prima y teniendo el terreno disponible es hora de iniciar la tarea.

Paulina asegura que el trabajo con ecoladrillos es una tarea sencilla, que puede ser realizada por niños y mujeres, y que no se requiere de fuerza para su aplicación.

“Para unirlos se puede utilizar cemento, todo depende del factor económico” asegura Paulina Tonacca; pero “también se puede continuar con la onda verde y emplear barro, que además puede ser preparado en el mismo terreno”, asegura.

El barro es una mezcla de tierra y paja que se deja macerar, y que luego es mezclada con los pies hasta obtener una especie de masilla. En caso de no contar con paja también se puede utilizar los paquetes de tetra pack o tetra brik, los que se cortan en delgados hilos de papel y cumplen las funciones de la paja.

“Una de las bondades del ecoladrillo es su aislante térmico natural, puesto que conserva el calor y mantiene la frescura en verano”, afirma Paulina. Asimismo, señala que este tipo de construcción enfoca una nueva arquitectura en el mundo, la cual incluso busca nuevos métodos para ya no seguir empleando el fierro ni el cemento sino volver al seno de la tierra y emplear todos los materiales que brinda a la humanidad, o como este caso ayudar para que el medio ambiente se libere del residuo tóxico del planeta.

“Todo es cuestión de práctica y trabajo, puesto que sólo al desarrollar la técnica del ecoladrillo se puede modificar la manera de construir y hacerlo más resistente o incluso se puede ir innovando en las utilidades que se dará”, señala Paulina.

El ecoladrillo cuenta con una serie de factores positivos como ser: la reducción de la contaminación al medio ambiente porque incluso se utiliza la tapa de la botella como sello, además es fácil de almacenar y transportar; pero sobre todo, ahorra dinero en la compra y transporte de materiales de contrucción convencional.

“No estamos hablando de una solución al problema de la basura en el mundo, pero sí estamos creando canales para reciclar el problema en cada región y así generar una conciencia medioambiental en el planeta”, finaliza Paulina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario