La contaminación de las aguas ocasiona los mayores problemas de salud en Bolivia, pues se calcula que el 80 % de las enfermedades tienen origen en el consumo de aguas contaminadas, siendo así las diarreas la principal causa de mortalidad infantil.
El uso de las aguas contaminadas provenientes de la ciudad para regar cultivos, por ejemplo en zonas aledañas a la ciudad de La Paz, dan lugar a la salmonelosis, cisticercosis, amebas entre otros.
El Centro de Documentación e Información en Bolivia (Cedib) en la publicación "Los recursos Naturales en Bolivia", revela además que en El Alto el 80 % de las industrias descargan en el medio ambiente compuestos químicos y un 20 % de materia orgánica. Un caso particular son las curtiembres situadas al margen del Río Seco que expulsan materia orgánica y sales de cromo.
Esta publicación involucra además otros estudios que refieren que la operación escasamente regulada de cientos de pequeñas industria y hasta semi artesanales, entre ellas curtiembres, textiles, plásticos, alimentos, metalurgia y otros, generan de forma agregada considerables impactos localizados.
La contaminación orgánica y por metales pesados en El Alto, según el estudio del Cedib, llegó a afectar de forma creciente la Bahía de Cohana en el lago menor del Titicaca, afectando a la biodiversidad y la salud de los pobladores.
Al panorama se suman los desechos de mataderos clandestinos, y similar situación se presenta en Cochabamba y Santa Cruz, donde operan granjas de cría industrial de cerdos y aves.
Los ingenios azucareros generan desechos como la cachaza, vizaza, bagazo y bagacillo además de las aguas de limpieza de las aguas y en varios casos no cuentan con ningún tratamiento de efluentes líquidos y menos aún con lagunas de oxidación, en otros no funcionan o están fuera de servicio lo cual da lugar a que los desechos desemboquen en los ríos.
La explotación aurífera también tiene su aporte al preocupante panorama de contaminación, de manera particular en el Norte de Bolivia, por los altos niveles de mercurio, que en algunos casos supera el 500 % de los valores promedio a nivel mundial.
Otro problema son los agroquímicos, pues de 188 toneladas que se utilizaron en los años 70, la cantidad en años recientes ascendió a 12.000 toneladas de plaguicidas, con 857 componentes diferentes de los cuales al menos 70 son prohibidos. Sólo en el caso de producción de soya, el 2003 se utilizaron 4.000 toneladas.
A pesar de estas cantidades, Bolivia es uno de los países de Sudamérica y el mundo donde se utiliza menores volúmenes de agrotóxicos, pero la amenaza para la salud humana y el medio ambiente, es la misma.
IMPACTO
Uno de los peores impactos de la depredación del medio ambiente es la contaminación del agua, entendiéndose este daño como la alteración de las propiedades físico-químicas y/o biológicas de ésta por sustancias ajenas de modo que produzca daño en la salud humana y el medio ambiente, medibles en la flora, fauna y otros materiales de utilidad y ornamentación.
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