Las aguas servidas no tratadas generadas en la ciudad de Oruro, representan el 40 por ciento de la contaminación de los lagos Uru Uru y Poopó, con los consiguientes problemas que se tornan en focos de tensión social en las comunidades circundantes a los lagos, principalmente las comunidades de Sora y Quitaya, según informe del Programa Cuenca Poopó.
Se indica que todo el tiempo perdido por la no transferencia de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas al Gobierno Autónomo Municipal y luego al Servicio Local de Acueductos y Alcantarillado (SeLA), acumuló factores que pueden convertirse en conflictos sociales y ponen en riesgo toda la inversión realizada para la construcción de dicha planta, que en realidad es más de cuatro millones de dólares.
Uno de estos factores es la aparición de nuevas urbanizaciones en torno a la planta y la presión social, cada vez más creciente, de las comunidades de Sora y Quitaya para que la planta se traslade a otro sitio.
Las obras de la planta de tratamiento, fueron concebidas para realizar un tratamiento pasivo de las aguas servidas con el emplazamiento de cuatro lagunas anaeróbicas, cuatro lagunas facultativas y una laguna de maduración. Con un funcionamiento regular, se tendría un humedal aguas abajo de la planta que albergaría una fauna y flora muy interesantes y las aguas servirían también para riego. Sin duda, ofrecería un potencial apreciable para producción y el turismo, se indica en el informe, realizado por Jacob Mercado, técnico del Programa Cuenca Poopó.
Para que las aguas lleguen a las lagunas es necesario realizar un tratamiento primario, en la que se retiran todas las basuras de las aguas a través de unas rejillas, que aunque son mecánicas, no presentaron problemas en su funcionamiento. Luego deben retirarse las arenas que arrastran las aguas a través de unos desarenadores que eran mecanizados, lamentablemente, éstos no funcionan porque sus repuestos son caros y muy difíciles de conseguir. Sin embargo, la planta puede seguir funcionando sin éstos.
La parte más determinante para que no esté funcionando la planta, es su sistema de bombeo. Debido a que es necesario elevar las aguas para hacer llegar a las lagunas de tratamiento, se ha instalado un sistema de bombeo que ha tenido y tiene muchas dificultades. Este sistema debería ser atendido rigurosamente por personal especializado. Lamentablemente esto no ha ocurrido y a la fecha se encuentra totalmente deteriorado y no garantiza su funcionamiento, ni siquiera para corto plazo.
Ante este panorama el Programa de Gestión Sostenible de los Recursos Naturales de la Cuenca del Lago Poopó, financiado por la Unión Europea y el Gobierno central, ha decidido encarar este problema.
Uno de los primeros resultados de la preocupación, fue que la Gobernación, la Alcaldía y SeLA-Oruro firmen un convenio de transferencia de la planta de tratamiento. Esta firma, es un paso importante para la solución del problema de tratamiento de aguas servidas por dos aspectos: primero, porque es la primera vez que en tanto tiempo haya una decisión de viabilizar la transferencia de la planta y segundo, porque permite al programa asignar recursos económicos para el funcionamiento de la planta y para su transferencia.
Para ello, inicialmente se ha programado un proyecto de rehabilitación de la planta como atención a la emergencia de la contaminación a los lagos, con este proyecto se pretende poner en funcionamiento regular la planta de tratamiento con las medidas más urgentes. En este sentido contrataron los servicios de dos expertos internacionales, que después de una evaluación, realizaron sus recomendaciones para poner en marcha la planta en el menor plazo posible. Posteriormente, se contrató los servicios de una consultora para que en base a dichas recomendaciones, se elabore una carpeta que permita la implementación de las obras y equipamiento de manera inmediata para un funcionamiento regular de la planta.
Con la finalidad de implementar este proyecto de rehabilitación, se ha asignado un presupuesto que viabilizará la construcción de las obras necesarias para el funcionamiento y la instalación del equipo necesario para el bombeo de las aguas hacia las lagunas anaeróbicas. Se tiene la hipótesis de que si se garantiza un funcionamiento de la planta por un tiempo prolongado, habrá una mayor disponibilidad de las instituciones para viabilizar la transferencia hacia el Municipio y de éste al SeLA.
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