Desde las primeras horas de cada mañana, en todo el país, la ciudadanía se mueve en multitudes hacia las tiendas de su barrio, a los mercados o supermercados a realizar sus compras para su alimentación. En bolsas de plástico, compran grandes cantidades de pan, leche, huevos, galletas y refrescos para el desayuno, así como también llevan abarrotes, verduras y frutas para el almuerzo o la cena. En realidad, las bolsas son "vitales" para la vida del ser humano, pero al mismo tiempo son uno de los residuos de uso común más contaminantes que existen en el planeta.
El uso excesivo de estos materiales no es un hábito propiamente, sino una costumbre enraizada en el país ante la falta de leyes que regulen su uso o propuestas alternativas para sustituirlos. De acuerdo con un estudio de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), una gran cantidad de bolsas plásticas se utiliza cada día en todo el territorio nacional. Según el coordinador Nacional de Capacitación de Lidema, Edwin Alvarado, en Bolivia se utiliza diariamente 1,3 millones de bolsas plásticas solamente en las compras de la mañana; como el pan, huevos y otros productos de primera necesidad. A decir de Alvarado, el 65% de la población nacional todavía utiliza estos envases plásticos. Los datos fueron divulgados en el marco del encuentro de la Red Nacional de Periodistas Ambientales, celebrado en Cochabamba.
Cambiar el material de las bolsas genera millonario ahorro. El mismo estudio señala que las 1,3 millones de bolsas plásticas equivalen a 13.000 paquetes que tienen un costo de Bs 65 mil al día. Si hacemos una ecuación simple estaríamos hablando de una inversión de Bs 1.950.000 al mes en bolsas plásticas (bp) para pan, Bs 23.725.000 al año en bp y Bs 47.450.000 en dos años en bp.
Pero este problema tiene una solución sencilla. Según la propuesta de Lidema, las 1.300.000 bolsas de tela (bt) para pan dos años equivale a Bs 7.800.000 en dos años. En vez de los Bs 47.450.000 en 2 años, el ahorro sería de Bs 39.650.000 en dos años. Esto no solamente posibilita el ahorro, sino también genera empleo y baja los niveles de contaminación medioambiental. “Es alarmante y a la vez preocupante la elevada cantidad de bolsas que se utilizan”, sostiene Alvarado.
Usan y abusan del plástico para cualquier tipo de actividad. Lo que afirma el coordinador Nacional de Capacitación se Lidema, Edwin Alvarado, es una cruda realidad en el colegio, por ejemplo, donde los niños consumen golosinas, galletas, jugos y otros productos comestibles que vienen con envolturas y en envases plásticos. Asimismo, Alvarado señala que organizar una fiesta resulta muy práctico utilizando desechables. Los vasos son de todo tamaño y con la opción de elegir colores, los hay de plástico al igual que los platillos y platos, cucharas, cucharillas, tenedores y cuchillos. Y si se compra la comida, con seguridad llegará en envases de plástico desechable y muchos vendrán en una gran bolsa “de plástico” con los cubiertos desechables agrupados en pequeñas bolsas, también plásticas, junto a los aderezos en envase descartable. Esto es solo una parte del consumismo al que se ha ingresado desde hace unas dos décadas atrás, según especialistas ambientalistas. La autoridad ambiental de la Gobernación de Santa Cruz considera que esto es parte del movimiento contemporáneo de la modernización de la ciudad, pero en una forma “malentendida”. Pero no es solo el uso excesivo la parte negativa, lo peor está en el desecho de los plásticos, a lo que se agrega la falta de educación o, para muchos, la falta de basureros.
En Santa Cruz, la Gobernación plantea una alternativa. Frente al uso excesivo, Manlio Roca, secretario de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación, planteó una propuesta. La iniciativa consiste en una sustitución paulatina de bolsas plásticas por bolsas de papel, cartón o de tela. Se ha evidenciado que las bolsas plásticas tardan entre 100 y 500 años en desaparecer, generando la contaminación de fuentes naturales de agua y la muerte de miles de animales, especialmente de la fauna acuática, que las ingiere como alimento. “La Gobernación, a través de esta resolución, instruyó a los 56 municipios la sustitución gradual de bolsas plásticas por bolsas biodegradables”, sostuvo. La implementación de la resolución tiene varias etapas que se deben cumplir; los supermercados, hipermercados y toda cadena de producción de ventas masivas y de consumo tienen un máximo de 30 días para remitir la cantidad de bolsas plásticas que han usado el año 2011; el segundo paso consiste en dar un plazo a los municipios, a partir del 1 de junio hasta diciembre de 2012, para que junto a la Gobernación se coordine la entrega de solo dos bolsas plásticas por persona en cada punto de venta; el tercer paso consiste en que, desde enero hasta junio de 2013 se haga la entrega de solo una bolsa plástica por cliente y definitivamente correrá sin la entrega de bolsa plástica desde finales del 2013 e inicios de 2014. Los hipermercados, supermercados, comercios en general y entidades que desempeñan tareas o actividades comerciales que sustituyan en el menor tiempo posible las bolsas oxibiodegradables o de plástico obtendrán el "Sello Verde Departamental", que acredita su contribución a los objetivos de control de calidad ambiental departamental en el marco del desarrollo sostenible.
Algunas razones para limitar el uso de bolsas plásticas. Como ya se ha establecido, las bolsas plásticas son la causa de uno de los mayores problemas ambientales. Se estima que una persona usa anualmente un promedio de 130 bolsas plásticas, la mayoría de ellas se va directo a los rellenos sanitarios, un pequeñísimo porcentaje es reciclado. Por esta motivo se plantearon algunas razones por las cuales debemos limitar el uso de bolsas plásticas: son hechas de petróleo, contienen polietileno, demoran 1.000 años para descomponerse en la tierra y 450 años para descomponerse en el agua. Es decir, que las bolsas de plástico no son biodegradables. En el caso de los países que son colindantes con los océanos también generan efectos negativos. Muchos animales marinos consumen las bolsas plásticas que se encuentran, pues las confunden con alimento. Se estima que más de 10.000 animales marinos mueren cada año como consecuencia en el Pacífico Norte.
También se sabe que no hay un mercado para el reciclaje de las bolsas plásticas, aunque algunos supermercados las reciben para ser recicladas la verdad es que un pequeñísimo porcentaje es realmente reciclado. Según estudios, el impacto ambiental de las bolsas plásticas y el ciclo de vida de las bolsas plásticas, las bolsas de papel reciclado, las bolsas biodegradables (a base de almidón de maíz según la reglamentación europea) y las bolsas reutilizables demostró que la mejor alternativa, desde el punto de vista ambiental, es la reutilización de empaques más de 4 veces. El uso de una bolsa reutilizable evita la utilización de al menos 15 bolsas de plástico por cada compra.
Otra visión
Periodistas en campaña por el medio ambiente
Los Periodistas Ambientales de Bolivia, reunidos en el Taller Nacional de Actualización Informativa en Cochabamba, realizado entre el 18 y 19 de octubre, por consenso, asumieron varios compromisos. Entre ellos trabajar de manera conjunta en campañas informativas y de orientación para promover la conservación ambiental, utilizando la prensa, la televisión, la radio, la Internet y las redes sociales, contribuyendo así a la educación no formal. Difundir los estudios e investigaciones en materia socioambiental para que sean tomados en cuenta por representantes de organizaciones sociales, autoridades municipales, departamentales y nacionales. Asimismo, socializar información fundamentada respecto a los impactos y problemas socioambientales de la minería a través de los medios de comunicación. Y difundir las irregularidades que se cometen de manera permanente en las reservas forestales, especialmente en El Choré.
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