Víctor Hugo Almazán, jefe de protección del parque nacional Aguaragüe, informó que el incendio que comenzó la noche del miércoles, afectó principalmente a las comunidades de Campo Grande y San Isidro.
Los grupos de bomberos forestales trabajaron durante toda la noche hasta la madrugada del jueves tratando de sofocar el foco de calor. La mañana del jueves solicitaron el apoyo del COE para que pudiera brindar una cisterna y evitar que las llamas se propagasen más.
Aún se desconocen las causas que originaron el incendio, aunque se sospecha que podría ser a consecuencia de una colilla de cigarro, ya que el fugo habría iniciado desde la orilla de un cerco.
De acuerdo con la normativa ambiental vigente y al reglamento general de áreas protegidas, los autores de esta clase de siniestros son pasibles a recibir sanciones.
El sistema de teledetección de focos de calor de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) ha detectado hasta el momento 949 focos de calor a nivel nacional, número similar al registrado en octubre, provocados principalmente por la sequía que afecta a gran parte del territorio nacional.
“Datos satelitales confirman un leve aumento de los focos de calor en nuestro país. Como parte del monitoreo satelital de las funciones que la ABT realiza, ha registrado un número de 949 focos de calor, distribuidos en todo el territorio nacional, en una superficie probable de quemas de 67.153 hectáreas”, informó el miércoles la ABT.
El departamento de Santa Cruz es el que tiene un mayor índice de focos de calor registrados con 698, seguido del departamento de Tarija con 118 focos de calor, los que registran un número bastante elevado en solo una semana.
Entre los municipios con mayor incidencia de focos de calor están: Puerto Suárez con 349, Charagua con 95, Yacuiba con 83 y San Matías con 69.
Según la información, este problema es más frecuente en las tierras bajas donde se incrementa la actividad de quemas y chaqueos que se registran desde julio.
“Velando por el bienestar de todos, la ABT dispone las necesarias medidas precautorias para evitar el aprovechamiento de los recursos forestales y de la tierra en forma contraria a su capacidad de uso mayor y aplicar sanciones administrativas establecidas en disposiciones legales vigentes”, señala la información.
Se trata de incendios forestales o quemas indiscriminadas de bosques por la tradicional eliminación de los barbechos por vía de los “chaqueos”.
Desde el año 2004, en Bolivia había más de 50.000 focos de calor y a la fecha, más de 47.000 hectáreas que están sometidas a procesos administrativos sancionadores.
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