No es un secreto que algunos de los mejores descubrimientos científicos de la historia se hicieron por error. Alexander Fleming descubrió la penicilina tras dejarse olvidados varios cultivos de bacterias. Percy Spencer inventó el microondas sin querer, mientras trabajaba con un magnetrón, cuando descubrió que una chocolatina se había derretido en su bolsillo y el Viagra fue descubierto cuando se investigaba sobre un nuevo fármaco para la angina de pecho.
A la lista de los grandes descubrimientos por accidente hay que sumar uno reciente que puede cambiar uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos. Un grupo de científicos estadounidenses han descubierto sin quererlo un catalizador que convierte el dióxido de carbono en etanol. Es decir, que pueden hacer que la contaminación se convierta en un combustible.
“Hemos encontrado algo por accidente que ha funcionado”, asegura Adam Rondinone, del Departamento de Estado de Energía y científico del laboratorio Oak Ridge, en donde se ha descubierto este increíble avance.
“Estábamos intentando estudiar el primer paso para conseguir la reacción cuando nos hemos dado cuenta que el primer catalizador hacía todo el trabajo por sí solo”, explica Rondinone en declaraciones recogidas en un comunicado de prensa.
El catalizador está formado por carbono, cobre y nitrógeno, y cuando se le aplica una corriente eléctrica de 1,2 voltios, convirtió una mezcla de agua y dióxido de carbono en etanol en un 63%. Es decir, en el proceso se revierte el proceso de combustión con muy poca energía y se consigue una cantidad destacable de un combustible que podría ser utilizado.
El etanol es un compuesto químico presente en las bebidas alcohólicas y que también se utiliza en para crear la mezcla definitiva de gasolina que utilizan los automóviles, por lo que este hallazgo ahorraría millones al año. Además, sería una grandísima noticia para el medio ambiente, ya que reciclaría una de las sustancias más contaminantes presente en la Tierra.
No es la primera vez que un grupo de científicos busca reconvertir el CO2. En Islandia, hay un proyecto para convertir esta sustancia en una piedra y poder enterrarla para que no contamine (el CO2 en estado sólido no haría casi ningún daño a la naturaleza comparado con el CO2 en estado gaseoso, que es el gran responsable del cambio climático.
Los resultados de la investigación de Adam Rondinone y su equipo han sido publicados en la revista Chemistry Select.
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