En 1996 la laguna Alalay albergaba a miles de aves (unas 5.000), muchas de ellas migratorias, pero después del dragado que se hizo en el espejo de agua (1997-1998), el número se redujo en forma drástica, hasta 1.370.
El año más complicado fue en 1998 cuando se contó apenas 370 aves en Alalay, afirmó el biólogo y docente universitario José Antonio Balderrama.
Un par de años después aumentó el número de aves, pero en cantidades no tan significativas.
Y cuando esta población crecía, se presentó el problema con las cianobacterias y la muerte de miles de peces que dejó sin alimentos a las aves.
Balderrama advirtió que ahora es improbable que se recupere la cantidad de aves que había en Alalay, debido a que este ecosistema está muy deteriorado.
En el lugar donde se encuentran los campos deportivos había abundante vegetación que servía para la anidación.
A su turno, el biólogo y herpetólogo Rodrigo Aguayo explicó que en época de lluvia, por ejemplo, se podía escuchar en inmediaciones de Alalay el croar de miles de ranitas cuatro ojos. Cientos de estos animalitos se desplazaban por donde se encuentra ahora la pista para correr, pero ahora hay cada vez menos por el aumento de las urbanizaciones y la mala calidad del agua.
El sapo común existía también en grandes cantidades, pero ahora es raro encontrar esta especie.
En Alalay se reportó la presencia de tres especies de anfibios: la rana de cuatro ojos, la verde y el sapo común. Los anfibios se encuentran en las inmediaciones del espejo de agua.
En la laguna existen también una lagartija y dos especies de serpientes: la falsa yope y una culebra de cerca de dos metros.
Estas serpientes se alimentan de los roedores que viven en el sector, pero en las condiciones actuales, el biólogo duda que sigan presentes en Alalay.
Otra ave que había por miles es la choca, Fulica ardesiaca, pero en el último censo que se hizo no había ni siquiera mil porque se desplazaron a otros lugares o porque murieron.
MENOS AVES
La falta de agua y la contaminación de Alalay afecta tanto a las aves residentes como a las migratorias.
Debido a que el ambiente está degradado y no hay peces en el espejo, muchas de las aves no llegan porque no encuentran alimento, dijo Balderrama.
Agregó que otras aves que se reproducían en la zona no lo harán esta temporada porque las condiciones ambientales son tan malas, que ellas perciben esta situación y buscan otras lagunas.
Otra ave que ya dejó la laguna es el cormorán, una especie que se alimenta de variedad de peces. Llega desde las tierras bajas de Bolivia.
“En el último censo que hicimos, hace unas tres semanas, encontramos un solo cormorán”.
Antes, se podía apreciar también la presencia de la garza blanca, pero ahora su número se ha reducido.
“La garza blanca llegaba en grupos de cinco, pero la última vez no hemos visto ninguna”.
Balderrama adelantó que muchas de las aves migratorias están en camino, y en un mes se podrá decir, con más precisión, en qué porcentaje se afectó la población de estas especies.
En esta época ya debían llegar algunos grupos de aves migratorias, pero no se vio nada todavía.
Las aves son tan inteligentes, que cuando llegan a un lugar y detectan que el lugar está contaminado, o que no hay mucho alimento, se van inmediatamente”.
Balderrama señaló que estudios realizados en los últimos 15 años registraron 164 especies de aves.
Muchas de estas especies son nativas y otras migratorias estacionales, que llegan desde el altiplano y los llanos.
Entre las aves más importantes están aquellas que ocupan espacios geográficos reducidos, es decir, viven entre Argentina, Perú, Chile y Bolivia.
Una de estas aves es la anas puna, una especie de pato que vive entre Perú, Argentina y Chile, en la parte más andina.
Otra especie es el zambullidor, que tiene pico cónico y se alimenta de bichos y pequeños peces.
El flamenco chileno es otra ave de gran tamaño, que llega a la laguna Alalay, y se desplaza grandes distancias, miles de kilómetros, en busca de un mejor clima y alimentos.
La aves se desplazan cuando en sus regiones, en el norte, es la época de invierno.
En Alalay se quedan durante al menos un par de meses y regresan a su hábitat para la reproducción.
Otras aves migratorias recorren espacios mucho más largos y llegan desde las zonas boreal y austral. Las primeras vienen desde el norte de Canadá y se desplazan unos 10 mil kilómetros. Van saltando de laguna en laguna y arriban a Bolivia y Argentina, donde pasan todo el invierno boreal.
Estas aves se alimentan todo lo que pueden para ganar grasa y regresar a sus lugares de origen, donde empiezan su época de reproducción.
Otro grupo llega desde la parte austral, cuando es invierno. Los animales se desplazan hacia el norte y llegan hasta Bolivia, a Santa Cruz y Cochabamba.
A LARGO PLAZO
Balderrama considera que la recuperación de la fauna en Alalay no será inmediata, sino que tomará por lo menos una década y se tendría que invertir mucho dinero para sacar el lodo, reponer agua lo más limpia posible y evitar el ingreso de más contaminantes y de basura.
10 Mil kilómetros
Las aves migratorias que llegan desde Canadá se desplazan al menos 10 mil kilómetros para llegar hasta la laguna Alalay de Cochabamba.
En su recorrido visitan varias lagunas y se quedan en Cochabamba un par de meses como promedio.
Buen clima
Las aves migratorias eligen el espejo de agua de Alalay porque Cochabamba tiene un clima agradable y una altitud media entre la zona andina y el llano.
Alcaldía implementa tres estrategias para salvar Alalay hasta mediados del año 2018
La Alcaldía de Cercado diseñó tres estrategias para salvar la laguna Alalay en 18 meses, hasta mediados de 2018, aseguró el secretario de Desarrollo Sustentable, Eduardo Galindo.
La primera estrategia de la Alcaldía para la “recuperación integral” de Alalay es buscar nuevos afluentes de agua para la laguna.
Galindo señaló que no se puede confiar solo en el río Rocha, que por ahora es su principal afluente, toda vez que este curso de agua ha sido afectado por el cambio climático (tiene menos agua) y la gente (está muy contaminado).
El funcionario afirmó que una alternativa que maneja el Municipio es alimentar Alalay con las aguas subterráneas del río Chaquimayu. Y para eso, según Galindo, la Gobernación se comprometió a realizar el estudio a diseño final.
Mediante este afluente se puede obtener al menos un millón de metros cúbicos de agua por año.
Otra alternativa es utilizar el agua de la planta de tratamiento que comprometió Sacaba, 30 litros por segundo. Sin embargo, la Alcaldía de Cercado tiene sus reservas, debido a que se tendría que hacer un tratamiento del agua antes de su ingreso a la laguna para bajar su carga orgánica.
Galindo señaló que, según varios expertos, el tratamiento de esta agua tendría un costo muy elevado, por lo que no sería un proyecto muy factible.
Otra posibilidad es utilizar el agua de la Angostura, pero, a causa de la sequía, tampoco se ve esta alternativa viable.
La segunda estrategia de la Alcaldía es retirar todo el lodo que se ha depositado en el vaso de agua durante las últimas dos décadas.
Galindo dijo que el dragado de la parte seca se podrá concluir en las próximas semanas. Para eso hay un presupuesto de 13 millones de bolivianos.
Para conocer la cantidad de lodo que se acumuló en Alalay, actualmente una empresa consultora contratada por la Alcaldía realiza la batimetría.
En base a este estudio se podrá elaborar una estrategia para sacar el sedimento de la parte húmeda, tal como se hizo en 1997.
Para la remoción del lodo, la Alcaldía cuenta con 15 millones de bolivianos para el próximo año, pero este trabajo requerirá de por lo menos 62 millones. La entidad pública empieza a pensar en las fuentes de financiamiento.
La tercera estrategia es descontaminar la laguna con el ingreso de una determinada cantidad de agua todos los días, lo más limpia posible, y la salida de una parte.
URGENTE
El dragado de Alalay se debe hacer lo más pronto posible, advirtió el consultor Juan Carlos Rocha, quien realizó también la supervisión del dragado de este espejo de agua en 1997.
Rocha, ingeniero civil especializado en ingeniería sanitaria, confirmó que la batimetría que se realiza actualmente podrá medir la cantidad de lodo que se acumuló en 20 años.
Una vez que se conozca el espesor del sedimento que se acumuló, se podrá saber el volumen y, por consiguiente, elaborar la estrategia para retirarlo.
Con el trabajo de batimetría, se pudo verificar que hay lugares donde el lodo tiene un espesor de un metro, pero todavía no se ha ingresado a los sectores más profundos.
Una vez que se concluya la batimetría, el consultor podrá sugerir, en base a un proyecto, cuál debe ser la forma de retirar el lodo y la franja de seguridad que se tendría que dejar entre el nivel máximo de inundación y las actividades que existen al borde de la laguna.
La recomendación de la consultora es que se deje una franja de seguridad de al menos 50 metros, pero la decisión está en manos de la Alcaldía.
Rocha estimó que los resultados se podrán conocer en unas dos semanas y el proyecto para el dragado, en dos más.
El dragado, según el consultor, tendría que hacerse por partes, con el fin de preservar la poca cantidad de vida animal que todavía se mantiene en Alalay.
Señaló que el dragado debería hacerse inmediatamente, aprovechando que todavía no hay lluvias.
En caso de que no inicie el dragado este año, se tendría que esperar a que concluya la época de lluvia. La consultoría realizará también el análisis de la calidad de los lodos para ver qué disposición final tendrán.
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