A pesar de ser quienes más sufren las consecuencias de los fenómenos extremos ligados al cambio climático, como sequías y tormentas, los 3.500 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la población del planeta tan solo generan el 10 por ciento de las emisiones a nivel mundial.
Esta es una de las conclusiones de un estudio que Oxfam publicó y que muestra que el 10 por ciento más rico de la población es responsable de cerca
del 50 por ciento de las emisiones mundiales.
El informe, denominado "la desigualdad extrema de las emisiones de carbono", ofrece nuevas estimaciones sobre el nivel de emisiones derivadas de los hábitos de consumo de los ciudadanos ricos y pobres de distintos países.
Aunque las emisiones
están aumentando rápidamente en los países en desarrollo, se observa que gran parte se derivan de la producción de bienes que se consumen en otros países, lo que significa que las emisiones asociadas a los hábitos de consumo de la gran mayoría de los ciudadanos de estos países es aún mucho menor que la de sus homólogos en los países desarrollados.
Según un reciente informe del Banco Mundial, las personas más pobres son a menudo las más vulnerables y menos preparadas para hacerle frente a los efectos del cambio climático, sin importar donde vivan. Sequías, inundaciones y tormentas han golpeado por igual a países como Estados Unidos o Filipinas. Además, las mujeres -especialmente las que viven en comunidades rurales- son quienes se encuentran en una situación de mayor riesgo puesto que, habitualmente, dependen de la agricultura y carecen de otras alternativas para ganarse la vida.
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