El fenómeno natural El Niño causa un nuevo proceso de sequía en el lago Poopó que estaba a punto de recuperar el espejo de agua con las lluvias de febrero y marzo, aunque con la escasa precipitación, no se pudo llenar esa cuenca endorreica.
“El espejo de agua se ha reducido enormemente”, afirmó el exdirector del Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería, Severo Choque, durante una visita al lago, donde, en algunos lugares, se pudo apreciar agua, pero en gran parte “hay humedad, que puede desaparecer dentro de dos o tres meses”.
“Había una especie de laguna, entre la población de Challa Cruz y Coripata, pero ahora, solo se ven algunos totorales”, explicó el técnico que, hasta el pasado año, trabajaba en la Gobernación del departamento de Oruro, especialmente para impulsar la producción agrícola y pecuaria.
Dijo que desde 2014, con la presencia del fenómeno de El Niño, “el lago Poopó no puede recuperar el caudal de agua que tenía en forma normal y eso es lo que preocupa a los comunarios de las poblaciones que están ubicadas alrededor del lago”.
El gobernador del departamento de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, expresó su optimismo en que el lago se podía recuperar con las lluvias de febrero y marzo de 2016 y el caudal del rio Desaguadero, pero “hasta la fecha no se ha logrado restituir las aguas del lago”.
“El espejo de agua estaba cerca a la isla de Panza. Ahora vemos que está a muchos kilómetros de distancia”, expresó Severo Choque.
El lago Poopó, el segundo de mayor importancia de Bolivia, se secó el 13 de diciembre de 2015 y, desde entonces, se declaró estado de emergencia, por parte de la Gobernación y la Asamblea Legislativa Departamental de Oruro. El gobierno también emitió disposiciones para paliar la situación, entregando alimentos, pero “hasta la fecha no existen resultados para recuperar las aguas del río Desaguadero, que se pretendía dragar”.
Según Severo Choque, en 2014 había reducción del espejo de agua, en 2015 aumentó la sequía hasta desaparecer en forma completa en diciembre, pero en 2016 se presume que en junio, julio y agosto, ya no habrá agua en el lago, destruyendo la fuente de vida para muchas especies.
“Tenemos que buscar alternativas”, dijo. Por ejemplo, explicó que se puede aplicar un plan director de la Cuenca Poopó, con 70 millones de dólares aproximadamente, además de otro financiamiento.
Hace dos semanas, el Gobierno entregó algunas casas rústicas en Puñaca y Tinta María, los pueblos urus más antiguos, pero “no solamente es una necesidad tener casas, sino alimentación durante el año, porque con la sequía no habrán peces ni animales silvestres en la zona”.
Tampoco se ha restituido el caudal de agua por el río Desaguadero, procedente del lago Titicaca, después de la inspección que se hizo a ese curso, donde se pudo apreciar canales de desvío de aguas, incluso hacia poblaciones del Perú.
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