domingo, 19 de mayo de 2013

Un canal contamina el parque Lomas de Arena

Es uno de los pocos afluentes que aún se salva de ser tapado por urbanizaciones, pero no de la contaminación. Desde 2011 las aguas del canal de drenaje del séptimo anillo y la avenida Santos Dumont vierten sus aguas al río Choré Choré que cruza la parte norte del parque regional llevando bolsas, basura y llantas hasta el parque regional, donde rebalsan por el fuerte caudal, al punto que cuando llueve bastante, los guardaparques aconsejan a los visitantes no bañarse en esas aguas.

Eso no es todo. El secretario de Medioambiente de la Gobernación, Manlio Roca, confirmó que en el canal también corren aguas servidas por conexiones ilegales, subterráneas o superficiales, que hacen los vecinos de los barrios, en vez de construir pozos ciegos.

“Hay dos fuentes de contaminación: la basura y las aguas servidas. Si a esto se suma el aumento del caudal en el río por la intensa descarga cuando llueve, hay un gran cambio de cantidad y calidad del agua”, enfatizó.

EL DEBER evidenció que el río ingresa al parque cruzando de forma transversal el camino principal que se dirige hasta la zona de las dunas de arena. El director del área protegida, el biólogo Grimaldo Soto, explicó que a raíz del sedimento que arrastran las aguas, se ha formado una especie de dique que impide el curso natural del río, por lo que continuamente rebalsan y se abren paso sobre el camino principal convirtiéndolo en un lodazal donde hasta se plantan los vehículos.

“Estamos pidiendo a la Alcaldía que se haga un dragado de esta zona que abarca unos dos kilómetros para que el río cruce sin desviarse. Hemos hecho varias cartas a la Dirección de Drenaje de la Alcaldía, el año pasado nos dijeron que tenían proyectado en el POA (Presupuesto Operativo Anual) la construcción de una laguna de regulación donde vayan las aguas del canal, pero seguimos en reuniones”, aseguró Soto.

Su importancia

El parque regional, ubicado a 12 kilómetros al sureste de la capital cruceña, abarca 14.075,9 hectáreas, de las cuales el 92% está en el municipio de La Guardia, 5,6% en Cabezas y el 2,4% en Santa Cruz.

El río Choré Choré es uno de los ocho lugares de conservación que se plantean como prioridad en el Plan de Manejo del parque que recién se aprobó en mayo de este año, pues junto a los ríos Peji y Chivato “alimentan las aguas del área protegida”, señala el plan. “Esta área está inmersa dentro de la gran cuenca del río Grande y las llanuras aluviales del río Piraí, con arroyos y ríos que culminan su ciclo superficial en ella. Representa un sitio importante de recarga de acuíferos”, añade.

Cabe aclarar que los afluentes Peji y Chivato alimentan las aguas del complejo de dunas al interior del parque, mientras que el río Choré Choré contornea las dunas y luego se escurre hacia el noreste, dentro del parque, hasta conectarse con el Parque Nacional Amboró.

Según Roca, el parque las lomas es un gran reservorio natural de agua para la ciudad.

El director de Drenaje del Gobierno Municipal, Edil Aponte, reconoció que el canal echa sus aguas al río, pero aseguró que el impacto en el parque no es tal porque el afluente pasa por un lado de las dunas y no vierte sus aguas a estas de forma directa.

La autoridad deslindó responsabilidad del municipio sobre la contaminación. “El canal es netamente pluvial, otra cosa es que los vecinos, por falta de cultura, echen basura donde no se debe. Lastimosamente cuando llueve es como hacer un lavado de la ciudad, se lleva todo lo que encuentra”, argumentó.

Aponte consideró que el canal no influye ni siquiera en el caudal del río y que más bien, gracias a esta obra, los barrios no se llenan de agua cuando llueve.

Según dijo, los problemas del río Choré Choré se arrastran desde cuenca arriba, en el municipio de La Guardia, por lo que la solución incluso debería pasar por la Gobernación o por proyectos concurrentes.

Sin embargo, Roca adelantó que para este año ya se pidió al municipio la construcción de una laguna no solo para que regule el caudal antes de ir al río, sino también para que retenga la basura u otro sedimento.

Aseguró que se está haciendo gestiones para ver la posible ubicación de esta laguna de regulación, aunque insistió en que “alguien quiere sacar rédito de todo esto”.

Otros problemas

Nelson Martínez nació en el área del parque y ahora, a sus 32 años, es el jefe de guardaparques. El hombre mira con nostalgia lo que fue la laguna principal de las Lomas de Arena, pues desde hace unos ocho años el agua desapareció y ahora está cubierta de vegetación. Las otras dunas tienen lagunas, pero con poca agua. Una de ellas, el pasado miércoles solo llegaba a la rodilla.

Asegura que los pequeños arroyos y afluentes que alimentaban las lagunas están siendo tapados de a poco por las urbanizaciones, tanto en la capital cruceña, como en La Guardia.

Las casas ya llegaron a las puertas del parque. La urbanización Cortez, por ejemplo, tiene construcciones y hasta un cementerio dentro del área protegida. La construcción de la urbanización Esmeralda sigue paralizada por orden del Plan Regulador, porque esa zona es parte de la “nidificación” de las tijeretas, aves migratorias de Sudamérica. Se teme que la presión urbana afecte la sobrevivencia de las especies de animales

CIFRAS



600
Visitantes
Es la afluencia mensual de turistas al parque. Pagan entrada

14.075
HECTÁREAS
Son las que abarca el área. Tiene nueve guardaparques

Más detalles



Construcciones antiguas y nuevas
En la foto, el cementerio que quedó dentro del área protegida por los nuevos límites establecidos. La zona norte del parque, ubicada en Santa Cruz, está rodeada de casas

LAS TIJERETAS, UNA JOYA NATURAL
Está entre las prioridades de conservación en el parque. Su ‘gran nido’ (único en el país) está amenazado por urbanizaciones. En el parque hay 280 especies de aves

UN CENTRO DE INTERPRETACIÓN
Recién construido, donde también se exponen piezas arqueológicas de la cultura Chané halladas en el parque y que están siendo estudiadas por un experto español

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