Investigadores del Centro de Energía Nuclear en la Agricultura de la brasileña Universidad de São Paulo comprobaron que la cáscara de banano es eficaz para descontaminar aguas cargadas de pesticidas.
El banano no es un árbol, sino una megaforbia, una hierba perenne de gran tamaño. Como las demás especies de la variedad musa, carece de tronco. En su lugar, posee vainas foliares que se desarrollan formando estructuras llamadas pseudotallos de 30 centímetros de diámetro basal y que llegan a siete metros de altura.
Las pruebas con la cáscara se hicieron en muestras que contenían atrazina y ametrina, sustancias muy empleadas en siembras de caña de azúcar y maíz.
La primera etapa es la trituración de la cáscara, que enseguida se tamiza y se seca en un horno. Al polvo que se obtiene en ese proceso se le agrega agua y se agita la mezcla. Luego el agua se filtra y queda libre de pesticidas.
“Este método es más eficiente que otras técnicas, como las remediaciones térmicas, químicas o físicas y la fitorremediación”, dijo a Tierramérica el investigador del proyecto, Sergio Monteiro.
“Sabíamos de la eficiencia de la cáscara de banano para descontaminar metales pesados; estudiaremos su aplicación a gran escala”, agregó.
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