Una acción rápida en la disminución del metano y del carbono negro, u hollín, puede limitar el aumento de la temperatura global e incluso evitar que los promedios actuales se incrementen más de 2°C.
Así lo afirmó una investigación conjunta del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El informe indicó que, a diferencia del dióxido de carbono (CO2) que permanece en la atmósfera durante siglos, el hollín sólo persiste días o semanas, por lo que los beneficios de su disminución pueden ser más rápidos.
La reducción de las emisiones de carbono negro, metano y de ozono a nivel del suelo no sólo tendría un beneficio en lucha contra el cambio climático, sino también un efecto positivo en la salud pública y la seguridad alimentaria, afirmó el estudio.
Los expertos destacaron que estas medidas deben ser complementarias a las relacionadas con la reducción de dióxido de carbono, cruciales para detener el aumento de la temperatura a largo plazo.
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