El 80 por ciento de la basura que se produce en Cochabamba se puede aprovechar mediante el reciclaje para generar economía y, de paso, evitar que estos desechos lleguen al botadero de K’ara K’ara.
Cada día, la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) recoge como promedio 500 toneladas de basura, la mayor parte de ella materia orgánica, afirmó la responsable de la oficina de la Fundación Swisscontact, Carola Ortuño Rojas.
La basura que se genera en Cochabamba se convierte en un factor de contaminación porque no recibe aún un tratamiento adecuado en el relleno sanitario y no se selecciona adecuadamente los desechos domiciliarios e
industriales.
Ortuño advirtió que la mayor parte de la basura que EMSA traslada hasta el botadero de K’ara K’ara no está seleccionada, por lo que el lixiviado que se produce es más tóxico, además del mal olor que deben soportar los habitantes del lugar y la emisión de gas metano.
ECONOMÍA
La propuesta de Swisscontact es fortalecer la separación de los residuos sólidos, tarea que EMSA realiza actualmente, para que disminuya significativamente la cantidad que ingresa al botadero de K’ara K’ara y para que se genere economía, mediante la valorización de los diferentes materiales.
Por ejemplo, indicó Ortuño, de las 500 toneladas de basura que se generan en Cochabamba, al menos el 60 por ciento es materia orgánica con la cual se puede producir abono orgánico, biogás y biol (fertilizante líquido) como un aporte de las ciudades al área rural.
“De esta forma se podría reducir gran parte del problema, pero se necesita inversión y voluntad política e impulsar un programa de educación para que la población pueda entregar por separado los residuos sólidos”.
Asimismo, se puede aprovechar el 20 por ciento de la basura que es reciclable.
ECORRECOLECTORES
Para seleccionar los residuos reciclables existen actualmente dos redes, una formal y otra informal.
La formal está a cargo de EMSA que recoge los residuos en forma separada en sus carros basureros.
Otro sector, denominado informal, son los ecorrecolectores, quienes recogen puerta a puerta los materiales reciclables.
Estas personas se han organizado para recoger la basura de los domicilios, con el apoyo de la Fundación Swisscontact. EMSA les ha diseñado una ruta para facilitarles su trabajo.
Asimismo, hay empresas que se dedican a reciclar el vidrio, el papel, el plástico e incluso el aceite que se utiliza en los hogares para producir el
biodiésel.
“Tenemos que organizar sistemas que colecten estos residuos y así se podrá mitigar el impacto ambiental que genera la basura en la ciudad”.
Ortuño señaló que el 20 por ciento de la basura final, que quedaría después de seleccionar la materia orgánica y los residuos reciclables, está compuesto en parte por tubos fluorescentes o focos ahorradores que contienen el contaminante del mercurio.
Las pilas que se arrojan muchas veces junto a la basura orgánica o reciclable contienen también componentes peligrosos para el medio ambiente.
Los residuos electrónicos deben también tener un tratamiento especial, así como las llantas de los vehículos.
Afortunadamente, según Ortuño, existen empresas que se dedican a reciclar las llantas y los componentes de los equipos electrónicos para venderlos en el mercado.
Los emprendimientos verdes
La Fundación Swisscontact impulsa junto con la Cámara Departamental de Industria de Cochabamba los denominados negocios verdes, que son actividades económicas que utilizan material reciclable para elaborar un producto o prestar un servicio a un determinado segmento de la población.
Este programa se lleva adelante gracias a un trabajo coordinado que se realiza entre la Fundación Swisscontact y la Cámara de Industria.
El Centro de Intermediación Empresarial de Residuos Valorizables (Cierva) busca facilitar la vinculación entre las personas o empresas que tienen material para reciclar con las industrias que requieren estos materiales para los diferentes procesos productivos. Hay ganancia de ambas partes.
El programa Cierva vincula la oferta y la demanda
El Centro de Intermediación Empresarial de Residuos Valorizables (Cierva) es un programa creado por la Cámara de Industria, con el apoyo de la Fundación Swisscontact y el programa Ecovecindarios, que funciona desde noviembre de 2014.
Cierva tiene dos líneas estratégicas, la primera, fortalecer la red de intercambio comercial de residuos en el mercado que tiene dos actores, quienes ofertan los residuos y los que lo demandan.
El objetivo de Cierva es que estos residuos sólidos, que normalmente van a parar a los rellenos sanitarios, puedan ser utilizados por las industrias del medio y que no se conviertan en factores de contaminación.
Los residuos que requieren las industrias son cartón, vidrio, papel, chatarra y aparatos electrónicos, entre algunos.
Una segunda línea de acción estratégica es promover los negocios verdes, es decir, empresas pequeñas, medianas o grandes que puedan reutilizar, reciclar estos
materiales.
Esta segunda línea tiene dos componentes de impacto importantes: El primero, el socioeconómico, es decir, una actividad que permite generar ingresos y algún nivel de empleo, un negocio como cualquier otro porque se valoriza los residuos. Y otro impacto importante es que al hacerlos se protege el medio ambiente.
En este momento hay mayor oferta de residuos y menor demanda, por lo que uno de los objetivos de Cierva es reducir las asimetrías comerciales en el intercambio, es decir, incentivar los negocios verdes para que éstos adquieran los residuos.
Asimismo, estamos estructurando una red de aliados estratégicos con diferentes instituciones, para que cada una aporte desde su área. Por ejemplo, hemos firmado un convenio con la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) y estamos avanzando para suscribir un acuerdo con la Gobernación.
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