Al menos 24 puntos de explotación ilegal de madera fueron detectados hace tres días por el municipio de Yapacaní, en la parte territorial que es de su jurisdicción y que colinda con los ríos Ichilo e Ibabó.
Este nuevo desgarro a la principal reserva forestal de Santa Cruz, fue detectado en la zona habitada por colonizadores que conforman la central de campesinos denominados Ibabó y Victoria, donde además de los improvisados "centros de acopio", se encontró un campamento con cantidades de motosierras, motores y gasolina, además de otras comodidades como paneles solares y televisores, según confirmaron autoridades del municipio y testigos del lugar.
Denuncian falta de apoyo de la ABT para intervenir y su director no da la cara. Hasta el cierre de esta edición, las autoridades municipales, de la Gobernación y la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), solo lograron el decomiso de la madera (más de 10.000 pies de almendrillo) y no así la maquinaria que utilizan los "depredadores" para hacer la explotación ilegal de la reserva debido a que la ABT no dispuso un fiscal que autorice esta intervención.
No obstante, el alcalde de Yapacaní, Senobio Meneses, lamentó que la instancia encargada de velar por la protección de los bosques y tierras, no actúe inmediatamente frente a esta situación, pues ante la demora que hay para retirar del lugar tanto la madera como las herramientas encontradas, los responsables (aún no identificados), han huido con las mismas.
"Hemos intervenido a iniciativa propia con brigadas del ejército que gestionamos nosotros mismos y tenemos que lamentar que la ABT, solo nos haya designado un técnico. Anteriormente hemos denunciado de estas irregularidades y nos manifiestan que no tienen personal ni logística", manifestó la autoridad.
Cabe destacar que "El Día" viene buscando un contacto con el director nacional de la ABT, Cliver Rocha, desde hace dos semanas, pero este se ha negado a atendernos para dar explicación sobre este como otros temas que tienen que ver con los daños a la reserva de El Choré.
Se quita la madera, pero la tala ilegal sigue. Aunque Meneses destaca la ayuda de militares de Yapacaní que han montado vigilia en el lugar, para evitar que la madera encontrada sea desviada, dijo que no es suficiente ya que teme que hayan otros asentamientos al otro lado del río Ibabó que es utilizado para explotar la madera ilegalmente. Según estima la situación también se repite con el río Ichilo, que también es usado para el tráfico ilegal.
El Día visitó el lugar y efectivamente se pudo verificar la gran cantidad de madera que hay acopiada en diferentes zonas a orillas de la reserva, ya cuartoneada y en tablones. Sin embargo, pese a ello no se logró evidenciar ningún tipo de herramientas en dichos lugares.
Se cree que los infractores recurren a esta zona para su cometido y posteriormente sacan los tablones ya cuartoneados en motos cuadratracks hasta los ríos Ibabó e Ichilo, que tienen como destino final Puerto Villarroel y otras zonas del trópico de Cochabamba.
"Para llegar allí tenemos que tener respaldo logístico y de las autoridades pertinentes, pero aún no logramos siquiera conseguir canoas para decomisar las herramientas", sostuvo el burgomaestre que también aguarda por el apoyo de personal tanto de la ABT como de la Gobernación.
"Nos han echado en cara que nosotros no tenemos la pertinencia legal para frenarlos, en algunos casos se camuflan con uniformes de la ABT y de la Gobernación para confundir", dice, aunque no se atreve a decir quiénes.
Representante de campesinos niega que sean colonizadores. El martes, una comisión conformada por la autoridad mencionada, un representante de la Gobernación y un técnico de la ABT, llegaron hasta el lugar para sostener una reunión con los campesinos que están asentados de forma ilegal en el lugar. Sin embargo, estos negaron ser los responsables de las arbitrariedades sucedidas en la reserva.
Ellos afirman que los traficantes de madera son ajenos a sus sindicatos. "Se culpa muchas veces a nuestra gente de ser la que comete estas acciones, por eso está demostrado que la madera está saliendo en motos y canoas que no están a al alcance de nuestros hermanos", manifestó el representante de la Federación de Campesinos de Yapacaní, Cirilo Sonabi.
"Vamos a llegar a todas las autoridades que competen para demostrar que la madera que sale no es de manos de los colonizadores, sino de una asociación de madereros cuartoneros y pirateros", señaló otro de los colonos que estaba en el lugar.
Esperan personal y logística para reforzar operativos. En ese sentido, las autoridades e instancias presentes acordaron en que se realizará un rastrillaje en toda la zona que colinda con el río Ibabó con la finalidad de detectar y frenar la explotación de madera en este territorio, ante la falta de control y fiscalización.
Sin embargo, para dicha acción aún está pendiente la dotación del personal y logística necesaria para poder enfrentar a los "depredadores" del bosque que según campesinos en varios casos están armados y muestran resistencia.
"Ojalá esta denuncia no quede en el decomiso de madera solamente y que podamos tener el apoyo de las instancias competentes", dijo a su turno, José Tarima, director del Programa de Preservación de El Choré, quien respaldó los operativos realizados y más de una vez ha denunciado este tipo de irregularidades en la reserva.
Evo pide 'no avasallar los bosques'
El presidente Evo Morales aprobó ayer el Decreto Supremo que crea el Regimiento Ecológico y la Escuela de Protección de Parques Nacionales cacique "Juan Maraza".
Morales dijo que la tarea inmediata que deberá cumplir este regimiento,será la de impedir nuevos asentamiento en el Parque Nacional Isiboro Sécure y frenar posibles avasallamiento a las tierras de los indígenas que habitan el TIPNIS, así como proteger todas las áreas protegidas del territorio nacional, con el propósito de defender el medio ambiente y la madre tierra.
"Si bien hermanas y hermanos ha habido muchos comentarios sobre este regimiento, pero tiene la misión de prepararse, organizarse y aprender y compartir experiencias de la defensa de la madre tierra y desde acá tiene obligación de cuidar a todos los parques nacionales de reserva forestal que tiene Bolivia. Eso es ver y cuidar a las futuras generaciones", sostuvo.
Recomendó a los pobladores del trópico de Cochabamba abstenerse de asentarse en el Tipnis, "pues sería un error histórico", "Pero si quieren nuevas tierras hermanas y hermanos, tenemos en otras partes... Gracias a la participación de ustedes con su voto para aprobar la Constitución hemos recuperado millones de hectáreas, tierras agrícolas, ya algunos hermanos del trópico especialmente de Carrasco ya están en otros lugares preservando, o, reservando tierra seguramente para sus hijos", dijo Morales, al señalar que esos compañeros ahora se encuentran produciendo sandías, repollos y piñas en el sector de Ramón Darío, río Guaporé Iténez.
Dicha petición parece no haber llegado a los más de 80 sindicatos que hay dentro de El Choré.
Yapacaní. La tala no es el único daño en esta zona
Si bien la deforestación y tala de madera afectan visiblemente la parte de la reserva que colinda con el Municipio de Yapacaní, no es menos preocupante la deforestación y los asentamientos ilegales que hay en esta zona y que provocan también un daño en la reserva al realizarse sembradíos y chaqueos en este lugar.
La Gobernación también denunció con anterioridad la existencia de sembradíos de coca dentro de esta zona de la reserva. Dicha afirmación es respaldada también por varios comunarios y autoridades de la zona que creen que esta irregularidad se comete en zonas adentradas de la reserva y donde es difícil ingresar.
Sin embargo, se aguarda por políticas efectivas por la preservación de El Choré.
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