Un incendio avivado por fuertes vientos en Totora, distante a 160 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, arrasó con 800 hectáreas de pastizales, bosques nativos y cabecera de monte, el sábado y domingo pasados, según el balance final de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación.
El responsable de la UGR, Óscar Soriano, informó que a causa del incendio cinco familias perdieron sus viviendas. “Las llamas quemaron sus pertenencias, ropa, colchones y sus depósitos”.
El incendio, uno de los peores desastres forestales, fue controlado después de dos días de trabajo de los bomberos y los grupos de rescate de la Fuerza Aérea Bolivia (FAB), que trabajaron durante el fin de semana para evitar que el fuego se propague hacia las zonas pobladas.
Según la UGR, el incendio afectó significativamente al área protegida de Monte Punku, donde al menos 100 hectáreas de vegetación se quemaron. “Estimamos que el 15 por ciento de esta área protegida se perdió”, dijo Soriano.
Para controlar el incendio en Monte Punku, los rescatistas utilizaron el Bambi Bucket, ello con el fin de apagar el fuego que se propagaba rápidamente por la cabecera de monte. Según Soriano, el dispositivo aéreo hizo 11 descargas, cada una de 600 a 1.200 litros de agua, en la zona más afectada. “Si no era el Bambi Bucket, no hubiéramos apagado el incendio”, dijo Soriano.
Además de Monte Punku, otras dos comunidades sufrieron por el fuego. El incendio afectó los bosques y pastizales en el cerro Potrero y Chuluma.
Las familias desplazadas por el fuego fueron trasladadas por la Alcaldía de Totora a un albergue temporal y recibieron vituallas y alimentos por 30 días. Las causas del incendio se atribuyen a un chaqueo que se descontroló.
La responsable de la Secretaría de la Madre Tierra, Tatiana Sanabria, pidió a la población que tome conciencia en áreas abiertas donde se generan fogatas, se quema basura o chaquea, porque con la fuerza del tiempo las llamas se propagan rápidamente.
Como consecuencia de estos incendios, las serranías afectadas han perdido su vegetación nativa (quewiñas, molle, pino y eucalipto) y se han transformado en paisajes sombríos.
Quemas en otras regiones
El municipio de Capinota también fue víctima de un voraz incendio forestal que destruyó alrededor de 300 hectáreas de pajonales y arbustos.
Según la Secretaría de la Madre Tierra, en las últimas semanas se registraron 20 focos de calor.
El más significativo fue el de Pocona, el 20 de julio, donde el fuego arrasó con al menos 700 hectáreas de bosque y áreas de pastoreo.
El incendio de Pocona afectó a 20 comunidades y, según la Alcaldía, fue el peor de los últimos años. Según los indicios hallados en el lugar, el fuego se inició cerca de las ruinas de Incallajta.
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