EN EL TRÓPICO COCHABAMBINO | UN MODELO DE GESTIÓN MUNICIPAL PARA UN DESARROLLO FORESTAL SOSTENIBLE.
Durante décadas y como efecto de la colonización las 534000 ha del Bosque de Uso Múltiple del Trópico de Cochabamba sufrieron una marcada deforestación y un paulatino cambio de uso de suelo.
En 2003, las seis federaciones del trópico de Cochabamba, ante la necesidad de proteger el ecosistema que tiene en los bosques su fuente de sostenibilidad, determinaron implementar una estrategia para mitigar los efectos de la deforestación. Tomando como base las relaciones de cooperación que mantiene el gobierno de Bolivia con el Reino de Bélgica, la Mancomunidad de Municipios del Trópico consigue el apoyo de la Cooperación Belga para poner en marcha el Proyecto de Aprovechamiento Integral y Sostenible de los Recursos Forestales en el Trópico de Cochabamba, conocido como Proyecto Forestal.
Ejecutado en dos fases: Implementación (2006-2010) y consolidación (2011-2013), el Proyecto trabajó por mejorar las condiciones ambientales, económicas y sociales en la zona, habiendo obtenido, entre otros, los siguientes resultados:
PRODUCCIÓN DE PLANTAS FORESTALES Y AGROFORESTALES
Tomando como objetivo mayor la producción de plantas de calidad, el Proyecto determinó trabajar con una veintena de especies forestales tropicales nativas de los bosques primarios del trópico de Cochabamba y una decena de especies agroforestales que, en conjunto, representaron una producción planificada.
Los cinco municipios del trópico, como socios del Proyecto, asignaron áreas para el establecimiento de viveros, mientras que, el Proyecto Forestal apoyó con la adquisición de materiales, herramientas e insumos para su implementación; para su funcionamiento y desarrollo, contrató personal técnicamente calificado.
Consecuencia de un eficiente sistema de abastecimiento de productos agroforestales, los cinco municipios lograron producir y entregar más de siete millones de plantines que se destinaron a devolver el equilibrio al ecosistema del trópico.
ESTABLECIMIENTO DE PLANTACIONES EN COMUNIDADES DEL BOSQUE DE USO MÚLTIPLE (BUM)
Para motivar el establecimiento de plantaciones forestales y agroforestales, el Proyecto trabajó estrechamente con las Federaciones, Sindicatos y otros eslabones de la organización social del trópico, lo que permitió implementar una Gestión Comunitaria del Bosque donde, la participación y decisión de los sindicatos agrarios fue clave para la firma de convenios y el requerimiento del material vegetal.
Actividades como el análisis de suelos -realizado por técnicos extensionistas- permitió guiar a los interesados respecto a qué especies resultaban más aconsejables para cada parcela. Hasta 2013, se establecieron 5706 ha de plantaciones forestales y agroforestales.
Si bien las plantaciones forestales han sido asumidas por los productores como un fondo para su jubilación, pues su retorno económico es en el mediano o largo plazo, el Proyecto Forestal impulsó un sistema combinado de implantación con variedades no maderables que permite liquidez económica en el corto plazo; para ello entregó plantas de cacao, cítricos, copuazú y goma.
La perspectiva se presenta aún mejor cuando a nivel orgánico, los actores sociales de este territorio han decidido que por cada k´ato de coca que posea un agricultor, éste deberá implantar dos k´atos de plantaciones forestales, lo que se traduce en un valioso empoderamiento local sobre las acciones del Proyecto.
MANEJO SILVICULTURAL DE PLANTACIONES FORESTALES
Para subsanar la falta de conocimientos técnicos de parte de los agricultores para el manejo adecuado de la producción forestal y con el objetivo de consolidar las plantaciones, el Proyecto concertó conocimientos técnicos y locales a partir de los cuales los productores adoptaron destrezas que hoy les permiten hacer un manejo silvicultural autónomo en sus parcelas.
Con actividades de limpieza y poda de formación, hasta 2013 se cubrieron 1740 ha, mientras que con actividades de limpieza, poda de formación, poda sanitaria y raleo se atendieron 1064 ha en los cinco municipios.
REGISTRO DE LAS PLANTACIONES
Supeditado a la Autoridad de Fiscalización Social del Bosque y Tierra ABT en su condición de máxima autoridad en la materia y en sujeción a la Ley Forestal N0.1700, se ejecutaron tareas de registro de las plantaciones forestales, esto con el propósito de generar garantías legales para el productor y su familia respecto a la tenencia y administración de estos recursos, situación que abre la posibilidad a que como propietarios, puedan gestionar un préstamo ante instituciones crediticias utilizando el título de su plantación como garantía.
Entre algunos de los resultados significativos figura el Registro de 500 ha de cacao silvestre en la TCO Yuracaré; se suma la elaboración y ordenamiento de registros en sus respectivas carpetas para 500 ha de plantaciones forestales de las cuales, 152 ha cuentan con resolución de ABT y 348 ha están en proceso de gestión de documentación.
ELABORACIÓN DE PLANES DE MANEJO FORESTAL
Se elaboraron y aprobaron planes de manejo forestal de acuerdo a la normativa que hasta el momento existe en el país, lo que significa que son principalmente planes de extracción de madera de acuerdo a la estrategia de Gestión Comunitaria de Bosques impulsada por el Proyecto que en su primera fase ajustó Planes Generales de Manejo para cuatro sindicatos, considerando una superficie de 7100 ha.
Por otra parte, en su etapa de consolidación, el Proyecto elaboró un Plan Forestal de Recursos No Maderables para el manejo de jatata en la TCO Yuqui-CIRI para una superficie de casi 16000 ha y otro Plan de Manejo en Agro Bosque de Cacao Silvestre en la TCO Yuracaré para una superficie de 10329 ha.
A ello se suma el Convenio específico entre el Proyecto Forestal y Pueblos indígenas TCO Yuqui-CIRI para la elaboración del Plan General Integral de Bosque (PGIB) en beneficio de la TCO Yuqui-Ciri para casi 116000 ha.
El Proyecto Forestal participó en la elaboración, ajuste y consolidación de estos Planes de Manejo generando acciones que garantizan la sostenibilidad de los recursos maderables y no maderables, y transformando estas materias en oportunidades de desarrollo económico, frenando la explotación irracional y la intervención irregular a estos recursos mediante la participación comunitaria.
REFORZAMIENTO DE LA CADENA PRODUCTIVA DEL CACAO
La cadena de cacao en el trópico cochabambino tiene dos fuentes, el Proyecto ha reforzado a amabas en sus formas de producción en aspectos técnico-productivos, organizativos y de mercado.
La primera, aglutina a más de 500 familias en la Unión de Asociaciones de Productores de Cacao del Trópico de Cochabamba “CHOCOLATE TROPICAL” y territorialmente está establecida en el Bosque de Uso Múltiple y la segunda, proviene de las TCOs indígenas en cuyo territorio, ancestralmente, el producto existe sin la intervención de la mano del hombre; en 2013, 127 familias de once comunidades conformaron la Asociación de Recolectores de Cacao Silvestre Yuracaré ¨ARCASY¨.
CACAO HÍBRIDO EN EL BUM
La falta de manejo agronómico y la diseminación de enfermedades tenían postergado el rendimiento de 570 ha de este cultivo y desalentados a los productores. Para cambiar esta situación, los viveros entregaron material vegetal selecto; se transfirieron capacidades técnicas a los productores de los cinco municipios en mantenimiento de parcelas, labores de cosecha y post cosecha y se desarrolló un ajuste e innovación en los sistemas de acopio y transformación.
Entre 2011 y 2013, Chocolate Tropical ha logrado acopiar y comercializar -en precios que sirven de referencia nacional- más de 52 tn de cacao híbrido y obtener un certificado de Internacional Cocoa Awards que consolida su calidad de producto, catalogándolo como cacao de excelencia con sabor fino Madera dulce (canela), características que marcan diferencia de oferta en el mercado y generan beneficios directos a los productores.
Actualmente, la Asociación tiene en funcionamiento una planta de transformación primaria que incorpora valor agregado al producto con una oferta variada en la que destaca la línea comercial de chocolates BUM que ofrece tabletas de chocolate para consumo directo y uso culinario.
CACAO INDÍGENA
Si bien los rodales de cacao silvestre en la TCO Yuracaré representan un conjunto invaluable, dado que expresan un sin fin de recursos genéticos, el Proyecto Forestal encontró que los actores locales realizaban intervenciones a sus sistemas de producción natural cacaotera generando daños a su equilibrio y a la sostenibilidad productiva; no conocían estrategias de conservación y protección. Por ello se desarrollaron acciones estratégicas de sensibilización, capacitación y ejecución de prácticas de manejo, protección y conservación.
Como resultado, la Fundación FairWild a través de IMO CONTROL, otorgó la certificación de 464 ha de rodales de cacao silvestre bajo el sello internacional FairWild. La emisión de ese sello no tiene precedentes en Bolivia y establece que los procedimientos de intervención, aprovechamiento y manejo de los sistemas naturales de producción en la TCO Yuracaré son realizados de manera sostenible, sin dañar la dinámica natural del bosque silvestre y su equilibrio, así mismo, da constancia de los esfuerzos realizados por los recolectores generando precios más justos para su producto.
Poniendo en práctica los protocolos aprendidos, hasta 2013 ARCASY consolidó un mejoramiento del 87% en su calidad de grano así como incrementó sus volúmenes de acopio logrando 261 qq de buena calidad, mismos que fueron comercializados con el precio más alto de cacao silvestre en el mercado nacional, lo que proyecta a ARCASY como una organización sostenible, capaz de ejecutar procesos ecológicos rentables.
FORTALECIMIENTO DE CAPACIDADES DE LAS ORGANIZACIONES LOCALES E INSTITUCIONALES
Considerando que la formación de recursos humanos es un componente fundamental en la sostenibilidad de los procesos técnicos, organizacionales, medioambientales y comerciales trabajadas por el Proyecto, las acciones de fortalecimiento han intervenido de manera transversal a los resultados de carácter técnico debido a que se ha trabajado en diferentes niveles de formación de recursos humanos considerando, desde productores, ejecutivos de las federaciones, hasta técnicos especialistas del proyecto, municipios, mancomunidad y otras organizaciones.
Todos los procesos de capacitación tuvieron carácter reflexivo, participativo y enmarcado en el contexto de la educación no formal, tomando en cuenta los aspectos, étnico-culturales, regional de género, generacional y nivel de instrucción de los grupos objetivo.
Hoy, se puede decir que el modelo de gestión municipal para el desarrollo forestal emprendido en el trópico de Cochabamba cuenta con actores sociales cualificados; que la sostenibilidad productiva y generación de mejores alternativas económicas para los recolectores de la TCO Yuracaré es una realidad que se suma a la potencialidad de los productores de cacao del BUM; y que la capacidad de producción de materia vegetal de los viveros y las plantaciones forestales establecidas son garantía para acceder a los múltiples beneficios ambientales, económicos y sociales que presta el bosque.
El Proyecto Forestal ha abierto un camino que permite ser andado a la sombra de árboles que devuelven paisajes olvidados, un espacio que cobija en equilibrio naturaleza y oportunidades; esencia auténtica del trópico de Cochabamba.
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