Crímenes ambientales, como el comercio ilegal de colmillo de elefante y cuerno de rinoceronte, son delitos graves tan lucrativos y violentos como el narcotráfico, por lo que requieren de penas más duras, han solicitado hoy dos altos responsables de Naciones Unidas.
"Son delitos graves que requieren sanciones más duras", ha explicado en Viena, John Scanlon, secretario general de la Convención Internacional de la ONU para la Protección de Especies Amenazadas (Cites).
Carlos Drews, director del programa mundial de Especies del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) explicó a Efe que el comercio ilegal con fauna salvaje mueve al menos 17.000 millones de dólares anuales.
El kilo de cuerno de rinoceronte se cotiza a unos 80.000 dólares, y los cazadores furtivos han abatido a unos 2.000 de esos animales en los últimos dos años, cuando sólo quedan alrededor de 25.000 de estos grandes mamíferos, ha recordado Scanlon. Drews ha puesto como ejemplo de los precios de vértigo que se están alcanzando en el mercado negro que "el gramo de cuerno de rinoceronte ha superado el valor de un gramo de cocaína o de oro".
"Lo que antes era una amenaza emergente es ahora una de las actividades de la delincuencia organizada trasnacional más graves, junto al tráfico de drogas, armas y seres humanos", ha confirmado el director general de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
La caza furtiva de elefantes ha aumentado de forma considerable y la Onudd calcula que en 2010 alrededor de 7.500 paquidermos fueron abatidos para arrebatarles sus colmillos de marfil.
"No es sólo proteger a los animales y la fauna sino también a los seres humanos, ya que la matanza de esos animales está estrechamente relacionado con muchas formas de violencia y con el crimen organizado", explicó a Efe Fedotov.
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