David Quezada, director de la Red Hábitat, indicó que la población boliviana gasta más agua de la que consume, siendo este un vital elemento que corre el riesgo de desaparecer.
La población, las industrias e instituciones públicas y privadas hacen un mal uso de este vital elemento, panorama frente al cual se propone crear políticas para concienciar a la población a un uso correcto del agua y crear mecanismos que permitan cuidar y reciclar el agua para las futuras generaciones, señaló.
"Dicen que al día en la ciudad de El Alto, un persona utiliza 67 litros por día y en la ciudad de La Paz 85 litros de agua por día, pero estas cifras se quedan cortas en comparación a lo que gastan, por ejemplo, en el inodoro se gasta 12 litros, 15 litros en la ducha, 8 litros cuando se lava las manos y 15 litros en el uso del lavaplatos, en este tipo de instalaciones hay mucho desgaste de agua", detalló.
A su vez, indicó que también se desecha agua en las industrias, hospitales, unidades educativas y para regar las plantas, así se pierde bastante agua, entonces ellos tienen que aprender a reutilizar el agua, no podemos usar tanta cantidad de agua como si fuera un recurso infinito, el agua se va acabar, puntualizó.
Asimismo, dijo que en caso de llegar a carecer de este vital elemento, adquirirlo de las empresas costaría muy caro, sería un lujo al que muchos no podrían acceder.
"Hemos hecho una comparación para ver qué pasaría si realmente no hubiera agua, como en algunos sectores y cuánto nos costaría, actualmente se está pagando 1,78 bolivianos, por metro cúbico, ese es el costo; si se dan cuenta un carro cisterna de agua - si queremos utilizar la misma cantidad de agua - nos va a cobrar 25 bolivianos, hay una diferencia abismal, o sea los pobres que no tienen agua potable y que tienen que comprar del carro cisterna esto les cuesta así, es carísimo", explicó.
Añadió que estos son datos del repartidor en Achocalla, Lipari y Mecapaca, municipios del departamento de La Paz, quienes manifestaron que por el agua pagan 70 bolivianos, entonces hay una diferencia abismal en los precios, puesto que se paga muy poco por el agua que viene de instalaciones y se paga mucho por el agua proveniente de cisternas y agua embotelladas.
Por tanto, se debe hacer un uso adecuado del agua para evitar su agotamiento, por eso se tienen que implementar en los hogares equipos ahorradores, crear plantas de procesamiento y los más importante generar una cultura del cuidado de este elemento, finalizó.
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