lunes, 5 de septiembre de 2016

Expertos observan cuatro tipos de impacto en proyecto El Bala

Expertos de cuatro áreas advierten que la construcción del proyecto hidroeléctrico El Bala no justifica los costos ambientales, biológicos, sociales, culturales y económicos que tendrá para el país, más bien acarreará daños irreversibles en la naturaleza de una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta.

Aseguran que la ganancia energética no justifica los daños que a la larga traerá la construcción de la represa, principalmente porque el proyecto no responde a una necesidad real de energía eléctrica.

El economista y docente universitario Vladimir Gutiérrez sostiene que si se toma en cuenta la inversión que se realizará (7.000 millones de dólares) y los costos ambientales, el proyecto no se justifica, ya que el país no tiene la necesidad de la energía que se producirá y tampoco existe demanda en los países vecinos. "No existe un proyecto serio de exportación de energía, ya que las regiones brasileñas cercanas a Bolivia tienen su propia capacidad de generación de electricidad”, puntualizó.


Para el biólogo e investigador Enrique Richard el proyecto afectará el frágil ciclo natural de una porción de la Amazonia, reconocida por su biodiversidad, además provocará desequilibrios medioambientales que acentuarán los efectos del cambio climático, no sólo en el país, sino en toda la región.

"La zona de embalse, que los estudios estiman inundará 68.000 hectáreas de bosque, generará cantidades enormes de gases de efecto invernadero debido a la putrefacción de la materia orgánica, además de causar la migración de numerosas especies endémicas y la aparición de plagas a causa del agua estancada”, advirtió.

La emisión de gases, de acuerdo con el experto, será superior a la de una planta termoeléctrica de carbón, ya que el material orgánico en putrefacción genera metano, un gas hasta 84 veces más contaminante que el dióxido de carbono.

Además de estos impactos, Richard añadió que se perjudicará el movimiento migratorio de numerosas especies de peces que verán interrumpido su ciclo reproductivo al no poder llegar a sus zonas de desove.

Por su parte, el filósofo y docente y universitario Franz Gutiérrez sostuvo que la disminución de peces a causa de la represa afectará directamente a los indígenas tacanas que deberán migrar a otras zonas.

"Se estará afectando directamente al medio de subsistencia de al menos 200 familias indígenas, eminentemente cazadoras y recolectoras, quienes también verán afectada su forma de vida al ser relocalizadas a otras zonas.

Gutiérrez también observa que la represa rompe con la cosmovisión del pueblo Tacana, que ve en el río Beni el flujo de la vida. "Su concepción del universo es un río que corre y el Gobierno planea cortar ese río y poner en su lugar una laguna”, explicó

Richard y Gutiérrez coinciden en afirmar que el embalse a su vez trunca las posibilidades de nuevos emprendimientos eco-turísticos por parte de estos pueblos, ya que, además de generar gases de efecto invernadero, el agua estancada por el dique generará la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades, como el dengue, la malaria, el zika y la chikungunya.
"Las zonas de Rurrenabaque y San Buenaventura van a ser inundadas de mosquitos, lo que seguramente va a tener un papel negativo en el capital turístico de la región”, reiteró Richard.

Respecto al aspecto legal, la abogada especializada en temas medioambientales Paola Cortés no descartó que con el pretexto de desarrollo para la región se vulnere la normativa y se manipule la consulta previa a los habitantes de la región.

"Tememos que el Gobierno intente flexibilizar la normativa ambiental, al extremo de no cumplirla, sin importar que se rompan leyes, normas o la misma Constitución”, agregó.

Gobierno afirma que lugareños dan su apoyo

Los alcaldes de Rurrenabaque, Apolo, representantes de Teoponte y la Central de Pueblos Indígenas de La Paz respaldaron el desarrollo del proyecto hidroeléctrico El Bala, tras la socialización que realizó el Ministerio de Hidrocarburos, informó el ministro del sector, Luis Sánchez.

"Este megaproyecto traerá muchos beneficios a nuestro país, de tal manera que estamos completamente comprometidos”, expresó el alcalde de Rurrenabaque, Anacleto Dávalos.
El representante de Teoponte, Freddy Limaco, dijo que su pueblo destaca que el impacto medioambiental vaya a ser mínimo, mientras que la organización indígena hizo conocer mediante Resolución Nº 4/2016 su apoyo para la construcción.

El Ministerio de Hidrocarburos y Energía inició en pasadas semanas el proceso de socialización de los alcances y beneficios del proyecto hidroeléctrico El Bala con los comunarios de las zonas de influencia del proyecto, con resultados favorables.

En una nota de prensa señala que las opiniones positivas de los actores involucrados en la zona de influencia del proyecto desvirtúan las opiniones negativas conocidas en las últimas semanas y motivan a las autoridades a continuar con el proyecto, que prevé generar 3.676 megavatios de potencia.




Punto de vista
Paola Cortés Abogada


"No hay intención de cambiar de modelo de desarrollo”

No existe la voluntad política, no hay intención de cambiar de modelo de desarrollo por parte del Gobierno porque el paradigma de vivir bien es bueno en el discurso, pero es problemático cuando se enfrenta a la realidad.

Reconocer a los derechos a la Madre Tierra representó un cambio de paradigma cuando fueron promulgados en 2010, sin embargo, mucho ha cambiado desde la Cumbre de Tiquipaya y desde la promulgación de la Ley 071.

Ya llevando a la práctica, es muy difícil que la normativa se cumpla, que nuestro marco jurídico de defensa de la Madre Tierra se pueda cumplir, por que existen otros intereses que ignoramos y que son parte del modelo de desarrollo que tanto se ataca desde el discurso.

El fundamento de la magnitud del proyecto es supuestamente hacerlo rentable, exportar y lucrar con la energía generada por la hidroeléctrica, eso vulnera el principio de la no mercantilización de la Madre Tierra.

Si la intención de las autoridades es mercantilizar a la Madre Tierra y a la naturaleza, estaríamos vulnerando la Constitución, que al parecer sólo ha sido modificada para ser ignorada según las necesidades del Gobierno.

Nuestro temor es que se utilicen los dos tercios que se tienen en la Asamblea para aprobar y legalizar estos atropellos a las leyes y a la Constitución, generando normas hechas a medida para viabilizar a toda costa un proyecto del cual no conocemos beneficios, sino más bien muchos perjuicios para nuestro país.

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