Las aguas contaminadas de color verde avanzan con rapidez y silenciosamente por el lago menor del Titicaca. Los líquidos tóxicos ahora se encuentran en las orillas de la Isla Cojata, provincia Omasuyos del departamento de La Paz, receptáculo acuático donde el oxígeno se agota por sus niveles nocividad, según Rubén Marín del Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
Ante este complejo panorama, el ambientalista Alejandro Quiroga señaló que se debe frenar lo antes posibles la contaminación del lago Titicaca. “Las autoridades son las indicadas para frenar este dilema que afecta no sólo al departamento, sino al todo el país, considerando que está en riesgo el reservorio de agua más grande de la región”.
Expuso que el problema avanza en todo los sectores del lago, pero aún no existen acciones viables para encarar esta problemática; en pasados días se vieron mayores sectores afectados por la profanación de las aguas.
“Las mezclas que estaría experimentando el lago serían totalmente nocivas para los animales silvestres, peces, ranas y plantas, ya que hasta el momento no se han visto soluciones verdaderas y rápidas”, dijo.
Expresó que los compuestos que ahora tiene el lago no sólo afecta a los comunarios y animales, que viven a orillas del lago, esto afecta a todo el departamento y al país en su conjunto. “Existe la necesidad moral, para defender este reservorio hídrico, puesto que el lago Titicaca es la fuente de agua dulce más grande del país y del continente”, aclaró.
En este sentido, un reporte de los comunarios del Cojata, de la provincia Omasuyos, señala que se habría detectado en las últimas semanas un compuesto mortal de agua verde, que avanza por el lago menor del Titicaca.
La describieron como una mezcla “letal” de agua, color verde, que estaría avanzando por el lago menor del Titicaca. La mezcla hídrica ahora se encuentra en las orillas de la Isla Cojata, provincia Omasuyos del departamento de La Paz, y según las pruebas de laboratorio realizadas en el lugar, se determinó que el oxígeno disuelto de estas aguas se agotó, debido a la contaminación.
PATA PATANI
Hace semanas atrás las aguas sin oxígeno se encontraban a orillas de la Isla Pata Patani, provincia Los Andes, donde se registró la muerte de animales de la fauna lacustre, principalmente, de anfibios y peces. Días después, las mismas aguas mortales aparecieron a orillas de la Isla Quehuaya, donde también fueron afectados muchos especímenes acuáticos.
En este sentido, el biólogo Rubén Marín del Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), mientras navegaba en un bote y tomaba muestras de las “aguas verdes” del Titicaca, indicó que esta situación es un desastre ambiental en el lago, no es sólo en la bahía Cohana, ya son varias las zonas en las que la contaminación por las aguas residuales provenientes de El Alto, Laja y Viacha, y de otros lugares, está deteriorando el hábitat acuático y destruyendo ecosistemas, además afectando a especies lacustres y a los propios habitantes del lugar.
Marín expuso que tras navegar unos 300 metros desde una de las orillas de la Isla Cojata y añadió que junto a sus acompañantes se detuvieron momentáneamente en una zona de agua maloliente.
LIDEMA
Un estudio de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) reveló, antes de la aparición de la mancha verde, que existían 112 kilómetros cuadrados contaminados en el lago y que cada segundo ingresaban 17 mil litros de aguas residuales, a través de la bahía Cohana.
Las mediciones de Lidema fueron realizadas en 2014, mientras que la mancha verde de aguas contaminadas apareció desde febrero de este año y recorrió varios kilómetros del lago menor del Titicaca.
AGUAS VENENOSAS
En las aguas contaminadas, que provienen de El Alto, Laja y Viacha, además de otros lugares, hay de todo: aguas residuales domésticas, líquidos provenientes de mercados, hospitales, postas sanitarias, industrias, mataderos y de centros mineros (Milluni y Viacha). A ello se suma el lixiviado proveniente de la acumulación de residuos sólidos en el botadero de Villa Ingenio.
También se sabe que cuando se registran intensas precipitaciones pluviales, los residuos sólidos son arrastrados hasta el lago, a través de las corrientes de los ríos Katari, Wilajawira y Pallina, que a la vez recogen la contaminación de los ríos Seco, Seque y Hernani.
La navegación de los biólogos continuó y se alejaron más de la orilla para hacer comparaciones de laboratorio con las aguas menos contaminadas en el sector de la Isla Cojata.
A su paso, encontraron totorales casi secas y con tallos emblanquecidos, probablemente por el proceso de salinización y la acidez de las aguas.
También hallaron especímenes de anfibios (telmatobius), peces y aves muertos, entre las plantas acuáticas. Los biólogos bolivianos no procedieron a recoger los animales muertos y concentraron su prospección en la toma de muestras del agua.
En la Isla Cojata, Simón Flores, un comunario de la tercera edad y notoriamente afectado por el desastre, expresó su preocupación por la aparición de la mancha verde en el lago.
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